Con la nueva Ley de Tráfico algunas sanciones han incrementado sus multas económicas y otras han pasado a considerarse por primera vez como infracciones graves. Así te lo hemos contado en los últimos meses y así empezamos ahora también a comprobar cómo llegan ya a las carreteras las primeras denuncias respecto a algunas de las últimas novedades en materia de tráfico.
Y es que la Guardia Civil de León acaba de informar de la sanción a un conductor que circulaba por la autovía A-231 (León-Burgos) tras detectar que llevaba instalado un detector o inhibidor de radares de velocidad. Como informa hoy la agencia Europa Press, los agentes procedieron a la detención del vehículo al observar que se aproximaba circulando a una altísima velocidad, aunque en el momento de acercarse al vehículo radar de los agentes redujo la marcha “de manera poco habitual”.
Este modo de actuación hizo sospechar a los agentes de tráfico que procedieron inmediatamente a la detención del vehículo. Una vez efectuada, los miembros de la Guardia Civil identificaron al conductor y, tras realizar la primera inspección al vehículo, observaron “un testigo LED de color rojo situado a la altura de la vista del conductor, que parpadeaba al detectar la presencia del radar”.
Inmediatamente, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico comprobaron que se trataba de un sistema de detección radar, completamente ilegal, por lo que informaron al conductor que debía desmontar el aparato primero en un taller autorizado antes de poder continuar con el viaje. De este modo, los agentes debían también comprobar si se trataba de un detector de radar o de un inhibidor, que todavía contempla en este último caso mayores sanciones.
Según informa Europa Press, la Guardia Civil acompañó así al conductor a un taller especializado, donde se practicó el desmontaje del aparato, informando previamente al acusado de que, según la legislación actual, debe además hacerse cargo y pagar todos los gastos del taller respecto al desmontaje.
Oculto tras el parachoques delantero y bajo el salpicadero, en el taller se desmontó el sistema de detección de radar, manifestando el conductor que éste había sido montado e instalado en un taller de la provincia de Barcelona.
La DGT alerta ahora públicamente sobre estas infracciones e informa de que llevar un detector instalado está considerado infracción ya grave que supone una multa económica de 200 euros y la retirada de 3 puntos del carné de conducir, además de tener que hacer frente a los costes de desmontar el sistema delante de los agentes en un taller autorizado.
Sin embargo, la DGT avisa y va todavía un paso más allá en su comunicación: en caso de llevar instalado en vez de un detector de radar, un inhibidor de radares, la sanción económica ya asciende directamente hasta los 6.000 euros y 6 puntos del carné, además de denunciarse al taller encargado del montaje que tendrá que hacer frente a una sanción mucho más elevada aún: 30.000 euros.