La DGT va a instalar un total de 15 nuevos radares móviles e inteligentes en las carreteras españolas. Estos van a tener un coste aproximado de 80.000 euros cada uno, siendo totalmente capaces de controlar hasta seis carriles a la vez.
BOE
Según las cifras recogidas por el Boletín Oficial del Estado, la inversión total de la compra de estos cinemómetros llega hasta los 1,2 millones de euros. Estos se sumarían a la red actual de casi 1.500 radares distribuidos por todo el país, entre los que se incluyen los fijos, los de tramo, los móviles, los helicópteros Pegasus, los drones y los dispositivos de titularidad municipal y de las comunidades autónomas, de las cuales hay que tener en cuenta que todos los dispositivos instalados en Cataluña, la Comunidad Foral de Navarra y País Vasco no cuentan al tener las competencias transferidas.
¿Para qué son?
Estos nuevos cinemómetros están destinados a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, con la cual la Dirección General de Tráfico trabaja estrechamente tal y como confirman desde ’20 Minutos Motor y Movilidad’. Estos se destacan por su versatilidad, pudiendo ser montados tanto fuera como dentro de los vehículos de la Guardia Civil, lo que les da la capacidad de ser usados montados en un trípode o en movimiento dentro de coches o furgonetas camufladas.

¿Cómo funcionan?
Estos radares inteligentes sin capaces de detectar excesos de velocidad, considerando si el vehículo es un turismo o un vehículo pesada hasta en seis carriles distintas. A su vez, cuentan con la capacidad de identificar infracciones en ambos sentidos de la vía. Además, su versatilidad y su capacidad de adaptarse a diversas situaciones de control de velocidad, los hacen una herramienta eficiente para la DGT.
¿Dónde se ubicarán?
La Guardia Civil no ha querido revelar específicamente sus sitios de colocación, aunque es común encontrarlos en arcenes y cunetas en áreas donde se espera que los conductores excedan los límites de velocidad o detrás de puentes o biondas de los quitamiedos si las condiciones de la vía lo permiten.
A diferencia de los radares fijos, no es obligatorio que las autoridades señalicen previamente la presencia de radares móviles tan y como han explicado desde la propia Dirección General de Tráfico. Estos dispositivos se podrán poner en cualquier punto de la red vial española sin necesidad de advertencia previa tal y como se ha dispuesto, estando respaldado por el Reglamento General de Circulación mediante un Real Decreto.