El precio medio del coche de ocasión en España sigue aumentando y se sitúa ya por encima de la barrera de los 20.000 euros, concretamente en 20.764 €. Y tiene una explicación: los coches nuevos son cada vez más caros. Por cada coche nuevo que se vende en 2023, se venden ya casi dos de segunda mano. En España, el coche de segunda mano más vendido es el Volkswagen Golf, por delante del Renault Mégane y el Seat Ibiza.
Además, a esto se suma que el vehículo de segunda mano que se compra hoy hoy son coches de 13,4 años, con una media de 168.000 kilómetros y diésel.
Por eso desde Norauto, la cadena de mantenimiento y equipamiento integral del automóvil, nos alertan ya sobre cuáles son los errores que se deben evitar a la hora de adquirir un coche de segunda mano para no correr riesgos en esta importante compra.
No comprobar que la documentación está en regla
Es el error número uno. Los coches deben contar con permiso de circulación y la tarjeta ITV o ficha técnica. Norauto recuerda que los coches deben pasar la ITV a partir de los cuatro años, cada dos entre los cuatro y diez años de antigüedad y anualmente a partir de entonces.

Además, recomiendan solicitar los datos técnicos y administrativos del vehículo a la Dirección General de Tráfico para saber si está al día de la ITV o cuándo es la próxima revisión. Este informe nos puede poner sobre alerta ante la existencia de embargos, procedimientos concursales o cualquier otra carga de naturaleza administrativa o judicial.
No realizar una revisión visual del vehículo
Bultos, arañazos u otros desperfectos pueden afectar al valor del vehículo y a la seguridad. Además, cualquier desperfecto debe ser solucionado de cara al seguro. Un golpe de chapa importante puede suponer que pueda tener algún problema interno no apreciable a primera vista.
Esta primera revisión debe ser de elementos tan relevantes como la chapa, neumáticos, frenos…pero también de aquellos puntos que pueden considerarse menos notables como tapicería, interruptores o salpicadero. Por supuesto, hay que verificar que no se enciende ningún testigo en el cuadro.

Igualmente, si el vehículo ha estado mucho tiempo en una zona de playa o con humedad, puede tener determinados elementos oxidados, especialmente en las zonas metálicas. Si el coche ha estado la mayor parte de su vida en zonas húmedas, hay que revisar las vigas del chasis, el sistema de escape, los pasos de rueda, la suspensión, los puntos de unión…
No probar el coche antes de comprarlo
Es importante sentirse cómodo al volante y comprobar en persona que no hay vibraciones, que no hay olores llamativos, ni ruidos anómalos. Verificar que el volante gira adecuadamente, que el freno funciona con normalidad, así como el pedal de freno, la palanca de cambios o el acelerador.
No verificar que ha realizado las revisiones de mantenimiento oportunas
Los fabricantes establecen una revisión periódica por tiempo o por kilómetros recorridos, imprescindible para garantizar el buen funcionamiento del coche. Además dichas revisiones, son obligatorias para mantener la garantía dentro del plazo legal de la misma.

Esta revisión no tiene que ser realizada obligatoriamente en el concesionario de la marca. Y es que si esta revisión oficial se realiza en talleres como los de Norauto, mantendrá esta garantía oficial del fabricante. Se puede comprobar que el vehículo tiene todas las revisiones hechas en el Libro de Mantenimiento o aportando las factura correspondientes.
No tener en cuenta los gastos futuros
Los vehículos van necesitando un mantenimiento concreto según van pasando los años o los kilómetros. Por ejemplo, la correa de distribución se suele cambiar entre los 60.000 y los 240.000 kilómetros según la marca y el modelo o entre los 5 y 10 años y esto suele suponer un coste extra que hay que tener en cuenta a la hora de negociar el precio de venta. En el caso de que el coche lleve cadena de distribución, esta operación no es necesaria.
No verificar si el coche tiene garantía
Si el coche es adquirido en un concesionario u otra empresa dedicada a los vehículos de ocasión, la garantía mínima que se otorga es de 1 año (12 meses). Por supuesto, hay muchas compañías que amplían esta garantía. Si el automóvil es adquirido a un particular, hay 6 meses desde que se entrega el vehículo para detectar desperfectos o vicios ocultos, es decir, averías que no son visibles a primera vista.

No comprobar si cumple con las necesidades individuales del conductor y del resto de usuarios
Hay ciertas características indispensables. Por ejemplo, una familia puede requerir que todos los asientos traseros tengan los anclajes Isofix o si se va a circular mucho por el centro, hay que tener en cuenta el distintivo ambiental. Si se viaja con mucho equipaje, el maletero debe ser espacioso… Todos son factores que hay que comprobar en persona.
Desde Norauto recomiendan llevar el vehículo a un taller antes de comprarlo. Hay elementos como la suspensión, los neumáticos, la batería, el motor o el sistema de frenado que es mejor que sean revisados por profesionales. Además, hay que tener en cuenta que gracias a una máquina de diagnosis profesional se pueden detectar averías eléctricas que haya registrado el propio vehículo (problemas con el airbag, el ESP o el ABS) que han podido ser ocultadas. Esto es muy importante para evitar sorpresas poco agradables.