El futuro en el mercado de los combustibles no se presenta demasiado esperanzador. Si en la gasolina habrás comprobado ya cómo, desde que se eliminó la bonificación de 20 céntimos a litro de carburante, los precios frenaron su caída y se revirtió la evolución, los últimos datos del Boletín Petrolero de la UE advierten ya cómo, por ejemplo, la gasolina encadena ya su cuarta semana de incremento constante, desde inicios de este 2023.
En concreto, el precio medio del litro de gasolina se sitúa en la última semana en los 1,636 euros, hasta un 1,05% más que hace 7 días. Si comparamos esta cifra con la de inicios de año, el encarecimiento de la gasolina asciende ya al 3,28%, pero es hasta un 7,63% más cara que hace un año. Por su parte, el diésel ha subido también de precio esta semana, encareciéndose un 0,53% hasta situarse en los 1,688 € de media por litro.
La UE prohibe ya la compra de petróleo ruso
Estos datos, ya de por sí negativos, podrían ser mucho peores a partir del próximo 5 de febrero, es decir, a partir de la semana que viene. Y es que será entonces cuando entre definitivamente en vigor la nueva norma de la Unión Europea de prohibir ya la compra de petróleo ruso. Según todos los expertos del sector energético, este hecho hará “subir considerablemente” el precio de muchos combustibles.
Esta nueva medida de castigo a Rusia por la guerra de Ucrania se une ahora al embargo de petróleo de Rusia que llega por barco y al límite del precio de 60 dólares por barril que ya se aplicaba. La nueva prohibición, sin embargo, tendrá un efecto mucho mayor que hasta ahora, ya que, por ejemplo, según informa el proveedor global de datos del mercado financiero Refinitiv, hasta el 44 por ciento de las importaciones de diésel en el mes de noviembre llegaron de Rusia.
La dependencia que en Europa tenemos del diésel ruso, por tanto, promete tambalear aún más el convulso mercado de combustibles, ya que hay que tener también en cuenta que actualmente contamos también con un déficit de producción en la UE por sus normas de energías alternativas, que han llevado a reducir en los últimos años la producción de combustibles fósiles.
En el mismo sentido se pronuncian ya también los presidentes de Repsol, Josu Jon Imaz, y de Cepsa, Maarten Wetselaar, tal y como hace unos días te contamos. Ambos responsables de las principales petroleras españolas han reiterado en los últimos días su apoyo a las decisiones comunitarias, pero advirtiendo al mismo tiempo de las consecuencias que tendrán estas políticas para la población.
Los presidentes de Cepsa y Repsol consideran, eso sí, que no se van a producir problemas de abastecimiento o suministro, como algunos expertos también consideraban, pero sí advierten ya que los precios sí podrían subir también considerablemente. Nos falta ya menos de una semana para comprobarlo.
