Olvídate de los peajes tradicionales de cabina: tanto este sistema de pago por autopistas cuya concesión pertenece a una empresa privada, como la propia fórmula de financiación de las infraestructuras, está agotado. De hecho, en los últimos años el Gobierno ha ido eliminando este tipo de vías en España conforme concluían los períodos de concesión, convirtiendo estas vías rápidas hasta ahora de pago en gratuitas. Y alguna más tendrá también este efecto en los próximos años.
Sin embargo, esta nueva realidad no significa, ni mucho menos, que las infraestructuras pasen a ser todas gratuitas. Al contrario. Tal y como seguramente ya habrás conocido, y nosotros te venimos contando durante más de un año, el propio Gobierno ya comprometió con la Unión Europea durante la negociación de los fondos europeos de recuperación un nuevo plan de pago por el uso de carreteras en España, con el que hacer frente en los próximos años a la financiación y conservación de las vías.
La medida, que ya se encuentra en período de estudio, debería entrar en vigor durante el año 2024, tal y como el Gobierno prometió ante la Comisión Europea. Los plazos, sin embargo, van algo más lentos de lo esperado inicialmente, debido al retraso inicial del proyecto a consecuencia de la crisis que vive el sector del transporte con motivo del alza de los carburantes y del precio de las materias primas, a consecuencia en buena parte de la guerra en Ucrania.

Estas son las primeras carreteras de pago en España
Aun así, fuentes del Ejecutivo ya han confirmado que el plan de pago por uso de las carreteras, que inicialmente afectará a las autovías pero que podría extenderse también a otras vías de la red estatal, sigue adelante. Y en España, incluso, ya hay una comunidad autónoma, el País Vasco, que ya ha iniciado un programa también de cobrar por algunas de sus carreteras: inicialmente, por la autovía A-636 entre Beasain y Bergara, en Gipuzkoa; y, tras la aprobación del pleno de Juntas Generales de Bizakia, también ocurrirá algo similar en 2023 en carreteras de esta provincia (en algunos tramos de la BI-625, de la N-240, de la A-8, de la N-636 y del Corredor de Txorierri), pero en principio con el cobro solo aplicable a los vehículos de más de 3,5 toneladas.
Una de las grandes dudas que surgen a día de hoy sobre el plan nacional de pago por uso de las carreteras es qué modelo de pago se aprobará. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ya trabaja en el estudio de propuestas, confirmando siempre que llegará la elección partiendo del consenso con todos los agentes del sector. Sin embargo, los últimos ejemplos en España y modelos aplicados parecen dejar ya claro cuál será probablemente la fórmula que se empleará.

El sistema free-flow será el elegido para el cobro
Y es que, aunque la reforma europea de la Euroviñeta dejaba la puerta claramente abierta a su implantación también en España, y desde luego supone el modelo más sencillo de aplicación rápida al consistir en una pegatina o distintivo que funciona como una especie de tarifa plana en la que el conductor paga por el uso de las carreteras durante un período de tiempo concreto, fuentes del Gobierno aseguran que la fórmula más equilibrada, justa y proporcional sería la del pago por uso o kilómetro recorrido, precisamente el modelo de pago que ya se aplica en las primeras carreteras que han pasado a ser de pago en el País Vasco.
Aunque el sistema por viñeta pudiera aprobarse en un inicio para la implantación rápida a corto plazo, el plan del Gobierno pasa sin duda por la fórmula de que pague más quien más contamine. Pero, ¿cómo funciona y se aplica este tipo de sistema? Denominado “free-flow”, supone en la práctica la eliminación de cualquier tipo de cabina de peaje, para evitar que los vehículos deban detenerse para el cobro.
Mediante grandes arcos o pórticos en las carreteras, lectores de matrículas, tanto para las placas delanteras como traseras de los vehículos, se encargan del registro de los coches y de establecer los pagos en función al tramo que cada uno recorra o a los kilómetros de uso. Se trata, por tanto, de un sistema automático de cobro, encargado de recoger todos los datos y emitir las facturas.

En las carreteras del País Vasco que han comenzado a aplicar este sistema de pago por uso, el cobro se efectúa o bien por un dispositivo embargado en el coche mediante pago telemático que se conecta con los lectores de las matrículas (un dispositivo VIA-T, por ejemplo) o bien por tarjeta de crédito asociada a la matrícula y que previamente ha sido registrada.
Aunque de momento se desconoce cuál sería la tarifa que se aplicaría, un proceso actualmente en estudio, fuentes del Gobierno han deslizado en los últimos meses que podría plantearse el cobro de un céntimo de euro por kilómetro recorrido. Otras asociaciones concesionarias, eso sí, piden una tarifa mayor, de hasta 3 y 9 céntimos en función al tipo de vehículo y a los kilómetros recorridos.