Los vehículos nuevos tienen una gran cantidad de sistemas informáticos necesarios para su funcionamiento. Como bien se puede ver el cambio respecto a hace 20 o 30 años, los automóviles de hoy en día no solo son coches, sino que también tienen una gran parte de ordenador. Esto supone que estén expuestos ya no solo a robos, sino también a ataques informáticos.
Hackers de coches
Estos ataques se han ido viendo con más frecuencia según los coches han ido añadiendo tecnología. El pasado año 2022, un joven delincuente alemán de 19 años, aseguraba a través de RR.SS. que fue capaz de tomar el control remoto de 25 coches de la marca Tesla en 13 países distintos.
El criptógrafo y profesor en Harvard, Bruce Schneier, que es uno de los mayores expertos en ciberseguridad a nivel mundial, lleva desde hace tiempo avisar a los gobiernos de los problemas que puede suponer que todos los nuevos coches estén tan conectados. Él cree que esto pueda acabar siendo para cometer crímenes. De hecho iba más allá diciendo: “matar al conductor de un coche, tomando el control del mismo a distancia, es algo sencillísimo”.
¿Qué dice la Unión Europea?
La UE se pronuncia, precisamente sobre estos ataques y lo ha hecho lanzando una nueva propuesta en forma de normativa sobre ciberseguridad. Los reglamentos nº 155 y nº 156 han sido aprobados como contestación. Ellos hacen referencia a que se deben hacer estándar los antivirus en todos los coches nuevos que cuentan con sistemas multimedia avanzados y conectados a internet.
Esto, evidentemente no ha sido visto con buenos ojos desde las marcas ya que deberían cambiar muchas cosas respecto al software, lo que supondría que deberían realizar nuevas y fuertes inversiones al respecto. Si embargo, no les quedará otra ya que, todos deberñan implementarlo siempre yc audno sean producidos a partir de julio de 2024.
Se trata de una norma que deberán seguir en todos los países de la Unión Europea y todas las marcas que comercialicen en ellos. Además, se añadirán actualizaciones continuas de software que se realizarán de manera segura.

¿Sabéis lo que significa esto, no?
Evidentemente las marca deberán hacer un importante desembolso importante, algo que acabará repercutiendo, como siempre, en sus clientes, que deberán acabar pagando aún más por los coches nuevos para que estas marcas puedan rentabilizar las inversiones en nuevo equipo tecnológico y de personal con el que protegernos.
Propias empresas relacionadas con este mercado, como Bosch o Continental, se han mostrado muy preocupadas ya que creen que se deberían revisar y reescribir desde la nada una enorme cantidad de código, lo que traducido a dinero son cantidades inasumibles.
Hoy en día, un coche puede contener en torno a 100 millones de líneas de código de software. De cara a cumplir con la nueva normativa, las marcas deberán analizar junto con sus expertos todo ello y reescribir gran parte del código. Esto cambiará las estrategias de futuro de las marcas de vehículos.