Cataluña tiene un plan, de momento sobre el papel, para dar un nuevo impulso a la movilidad eléctrica. Lo acaba de anunciar el propio Salvador Illa, el presidente de la Generalitat, en un acto en Barcelona al que han asistido, entre otros representantes del sector, el CEO de Seat y Cupra, Wayne Griffiths; el consejero delegado de Ebro, Pedro Calef, y el presidente del Clúster de la Indústria d'Automoció de Catalunya (Ciac), Sergio Alcaraz.
El nuevo plan para Cataluña prevé ya movilizar 1.400 millones de euros, entre inversiones públicas y privadas, y crear 9.000 nuevos puntos de recarga públicos hasta 2030. Salvador Illa lo tiene claro, "Para descarbonizar el sector de la movilidad, la solución se llama vehículo eléctrico. No hay vuelta atrás".
El nuevo plan de Cataluña para impulsar el coche eléctrico
El nuevo plan de Cataluña quiere promover el uso del vehículo eléctrico y superar los principales impedimentos que existen actualmente, que no son otros que el precio (28%), la infraestructura (28%) y la autonomía (20%), según ha detectado la propia Generalitat.

El objetivo de este nuevo plan, con vistas ya al año 2030, es tener 120.000 coches 100% eléctricos, un parque de 30.000 vehículos híbridos enchufables, además de 150.000 matriculaciones de coches electrificados y 30.000 de motocicletas, así como los 9.000 puntos de carga públicos.
Estas cifras se justifican por los objetivos marcados desde Europa, que piden alcanzar una cuota del 40% del vehículo electrificado, frente a la actual cuota catalana del 14,3%, y tener 45.000 puntos de recarga, frente a los 9.000 de acceso público que actualmente tiene Cataluña.
Para lograrlo, el plan incluye seis objetivos estratégicos, cinco ejes de actuación y 20 medidas, como lograr un 90% de electrificación en la flota de la Generalitat y promover préstamos para los autónomos y pequeñas empresas, entre otras.
4.000 nuevos cargadores públicos
El presidente de la Generalitat ha detallado que darán más incentivos económicos a particulares y empresas "para que el vehículo eléctrico no sea solo un lujo para unos pocos, sino una herramienta para la mayoría". En concreto, el primer eje prevé 380 millones para el despliegue de la infraestructura pública de carga y, concretamente, 150 millones irán para 5.000 puntos de recarga para la flota de la Generalitat y 4.000 de acceso público.

La empresa pública L'Energètica será la encargada de coordinar el despliegue, y también impulsará la instalación de puntos de carga semirrápida en edificios públicos, de carga rápida en la red viaria y de carga ultrarrápida para autobuses eléctricos.
Préstamos para autónomos, micropymes y flotas de empresas
El segundo eje del plan movilizará un total de 880 millones para impulsar la demanda del vehículo eléctrico, y el Institut Català de Finances (ICF) publicará dos líneas de préstamos: una de 200 millones para autónomos y micropymes que quieran comprar un coche eléctrico, y 240 millones para las flotas de las empresas. Los préstamos estarán disponibles en 2026, se tendrán que devolver en seis años y habrá un tope de 60.000 euros del precio del vehículo.
Por último, como tercer y cuarto ejes del plan se movilizarán 10 millones de euros para campañas comunicativas y 10 más para mejorar el sistema de gobernanza y promover una gestión eficiente mediante la reducción de la tramitación administrativa.

Finalmente, se prevén unos 135 millones para reforzar la cadena de valor de esta industria, pruebas piloto y proyectos innovadores y cursos de formación profesional y técnica especializada para el impulso del vehículo eléctrico.
Un plan bienvenido por el sector
El CEO de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, ha celebrado el plan afirmando que "Catalunya acaba de dar un paso muy importante hacia el futuro de la movilidad". Para Griffiths, "Estamos en un momento clave y nuestro país se juega mucho. No podemos poner en riesgo una industria tan importante para la economía y el empleo en España. La electrificación es el camino, y no hay marcha atrás.
Para Griffiths, en unas declaraciones en X, la hoja de ruta de la Generalitat da continuidad a la “Declaración de Casa Seat”, ya que proporciona ayudas directas para la compra de vehículos eléctricos y amplía la infraestructura de carga, entre otras acciones.