El conductor no es el único que puede cometer una infracción en el coche. Los pasajeros también, y pueden recibir una multa por ello.
La mayoría de las infracciones de tráfico tienen que ver con el que lleva el volante: excesos de velocidad, conducir con el móvil en la mano, no llevar el cinturón de seguridad… Pero el Reglamento de Circulación tampoco se olvida de los pasajeros de un vehículo que también corren el riesgo de ser multados por determinados comportamientos inadecuados.
Arrojar objetos peligrosos o basura por la ventana
¿Quién no se ha topado con un coche cuyos pasajeros no paran de tirar basura por la ventanilla? Además de ser una actitud que va en contra del medio ambiente, también está castigada por la normativa. Con la última reforma de la Ley de Tráfico, arrojar cualquier tipo de basura por la ventanilla u objetos que puedan causar un accidente o un incendio, se castiga con una sanción de 500 euros, ya sea el conductor o un pasajero el que lo haga, aunque si es el primero de ellos perderá además 6 puntos. Además, si es un menor, se haría responsable al adulto que le acompañe.

No llevar puesto el cinturón de seguridad, o llevarlo mal abrochado
Según datos recogidos por las Naciones Unidas, en caso de accidente, el uso del cinturón de seguridad reduce el riesgo de muerte entre un 40 y un 65% para los pasajeros delanteros y entre un 25 y un 75% para los que viajan en la parte trasera. Pero, a pesar de las campañas de concienciación de la DGT, este gesto no siempre lo realizan los conductores y los pasajeros de un vehículo, desafiando una de las normas más básicas de seguridad vial. La sanción económica en este caso, sea conductor o no, es de 200 euros. Recuerda que, en el caso del conductor, supone además la pérdida de 4 puntos tras la última reforma de la Ley de Tráfico.

Viajar mal sentado
Llevar los pies en el salpicadero en un viaje largo, sacar una parte del cuerpo por la ventanilla… todos estos comportamientos, además de ser muy peligrosos para la seguridad en caso de accidente o de un frenazo brusco, pueden ser objeto de multa de entre 80 y 100 euros. Y ojo, porque en estos casos el conductor puede ser el que reciba la multa, ya que el Reglamento de Circulación especifica que “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción”. Los agentes podrían interpretar que, por culpa de la postura del copiloto, el conductor no cumple lo anterior.

Los niños, mal abrochados en sus SRI
En este caso, los responsables, lógicamente, son los conductores. Los más pequeños, cuando midan 1,35 metros de alto o menos, están obligados a viajar con el sistema de retención infantil adecuado, dependiendo de su peso y altura, y homologado. En caso de no hacerlo, el responsable es el conductor, pudiendo recibir una sanción de 200 euros y la pérdida de 4 puntos.