Colocar una luz de freno en la parte delantera del coche. Así leído de primeras puede resultar un tanto absurdo, ya que el vehículo que va detrás es el más interesado en ver dicha iluminación ¿verdad? Pues bien, según un estudio de la Universidad de Graz (Austria), instalarla en la zona frontal podría mejorar la significativamente la seguridad vial.
¿Cómo funciona la nueva luz de freno verde?
El estudio se ha centrado en los accidentes que se provocan en las intersecciones. Para ello, se tomaron como muestra 200 siniestros de tráfico documentados en cruces de Austria de una base de datos del Gobierno. A partir de ahí, simularon los hechos tal cual pasaron para conseguir una secuencia real y bajo una recreación volvieron a repetir las mismas situaciones, pero en este caso los coches que se aproximaban contaban con una luz de freno delantera en color verde.
Y en principio los resultados fueron muy satisfactorios. Teniendo en cuenta que no todos los conductores reaccionamos a la misma velocidad, estimaron que dicha luz verdad podría haber evitado entre el 7,5 y el 17% de las colisiones. Y todavía sube más, en concreto hasta el 25%, los casos en los que se habría conseguido disminuir la velocidad de los coches implicados, lo que hace descender su gravedad.
El funcionamiento de esta luz verde no es muy complicado. Cuando el conductor pisa el pedal del freno, en la parte delantera se enciende la bombilla verde, de la misma manera que sucede con las rojas de la zaga. Esta nueva iluminación ofrece según el estudio una “ventaja crucial informando de que el vehículo está parado”, algo que les llega ahora a los usuarios de la vía que se aproximan por el lateral o por el frente.
Como señalan nuestros compañeros de Auto Motor und Sport, esta idea no es completamente nueva, pero hasta ahora no se habían realizado estudios científicos al respecto. Ponen como ejemplo que hay trabajos previos del Instituto de Psicología Jurídica y del Tráfico de Bonn (BIRVp), en el que ya indicaban que las maniobras de frenado se reconocen más rápidamente con una luz delantera y se responde con mayor rapidez. Y en prueba de laboratorio se demostró que dicho dispositivo mejora la percepción y evaluación tanto de los adultos como de los niños que cruzan la calle.
Lo que les ha quedado claro a los investigadores es que la luz en el frontal también tiene una serie de limitaciones. Por ejemplo, en algunos supuestos, el verde no era visible desde un lateral, ya fuera por ángulos desfavorables o por la colocación de otros vehículos. Por lo que también recomiendan poder incluso instalarlas en los laterales.
Lo que está claro, según indican desde la Universidad de Graz, es que la implementación práctica de esta solución sería bastante sencilla. La nueva luz delantera se podría integrar fácilmente en los diseños de los vehículos existentes e incluso se podría plantear la modernización de los más antiguos. Aunque claro, para eso habría que formalizar primero una homologación uniforme para todos los países.
