Sí, es insoportable. Las últimas semanas que estamos viviendo de agosto se han convertido en un horno que elevan las temperaturas en buena parte de España hacia niveles nunca vistos en esta época del año. Ya parece que nos vamos cada año acostumbrando a aquello de “ha sido el verano más caluroso de la historia”, y el incremento no parece tener fin.
Ante esta realidad, con temperaturas tan extremas, no nos queda otra que adaptarnos. Lo hacemos las personas, con las recomendaciones ya de hidratarnos bien, no practicar ejercicio en las horas de más sol y calor, protegernos bien de los rayos y comer ligeros, con abundante fruta, para tratar de soportar mejor las altas temperaturas y sus riesgos para la salud.
A los coches también les afecta, y mucho, el calor y las altas temperaturas
Pero también los coches sufren y tenemos que evitar que paguen como nosotros tan altas temperaturas. Por ello, aparcarlo continuamente al sol con estas temperaturas, no solo convertirá en un infierno nuestro acceso a ellos cuando lo necesitemos, sino que generará daños en la pintura y la carrocería y puede llevar al fallo a muchos de sus componentes. Y, en concreto, a la batería.

Sí, porque si hasta ahora siempre habías oído hablar que las baterías sufren mucho en invierno y con las bajas temperaturas, fechas en las que hay que protegerlas y revisarlas para no encontrarnos con el fallo que nos impida un buen día arrancar (y ya sabes, la ley de Murphy está para que sea el peor día posible), en verano también sufren un gran desgaste que puede causar su avería y la consecuencia de tener que reemplazarla para poder usar tu vehículo, esté en la playa, en casa o donde sea.
Así se desgasta la batería con el exceso de calor
La posibilidad así de que con estas temperaturas extremas la batería pueda llegar a agotarse existe y es desgraciadamente muy frecuente. Si con temperaturas superiores a los 30 grados, este componente ya se ve sometido a una gran presión, suma y ten en cuenta que en esta época del año a determinadas horas el asfalto y el calor que transmite pueden llegar a superar incluso los 60 grados si la temperatura del aire se acerca a los 35 grados. Y añade también el calor almacenado por la carrocería al sol, más aun dependiendo de la pintura que tenga el coche, para que sea un verdadero horno.
Según estudios del RACC, la temperatura ideal de trabajo de la batería del coche es de unos 25 grados. Toda desviación afecta ya a su rendimiento, en más o menos medida en función a la diferencia, acortando además su vida útil, que puede llegar incluso a disminuir hasta en un 50 por ciento con temperaturas superiores a los 50 grados. Y si a ello se junta que la batería de tu coche ya es antigua y con mucho desgaste, el problema se agrava evidentemente.

Según estos mismos estudios, el problema radica en que las temperaturas extremas aceleran el desgaste de los componentes, pues hay moléculas de azufre de su interior que pueden descomponerse con más velocidad y aumentar a su vez el depósito de placas sobre la batería, lo que acelera su descarga al perderse progresivamente la gravedad en los electrolitos.
Así que ya sabes: con estas temperaturas, intenta cuidar la batería lo mejor posible evitando tener tu coche al sol y expuesto a las más altas temperaturas, y revisa su estado siempre que puedas, especialmente si te vas a ir de vacaciones o vas a iniciar un viaje largo. ¡No digas luego que no te avisamos!