Las altas temperaturas, igual que a nosotros pueden poner el coche al límite de sus capacidades y por tanto, acabar forzando algo de más. A continuación te tramos todo lo que debes saber sobre estos posibles fallos.
Motor
Lo que tu coche esconde debajo del capó, suele sufrir algo más cuando las temperaturas son altas, teniendo en cuenta que le pide un extra al sistema de refrigeración para mantener el motor del vehículo a la temperatura que debe. Si falta líquido refrigerante el motor se puede acabar calentando en exceso, y junto con el calor del exterior, puedes acabar teniendo graves averías. La gente de Midas recomienda que el líquido se cambie o cada tres años o cada 50.000 km para garantizar el buen estado del vehículo.
A su vez, los manguitos pueden ver acelerado su deterioro por las altas temperaturas y si hablábamos del líquido refrigerante, también deberemos vigilar el anticongelante ya que ambos se pueden evaporar.

Frenos
Los discos de freno se calientan ya de por sí al soportar la frenada, si encima hay altas temperaturas fuera, puede acabar ocurriendo que se deformen. Esto puede afectar al funcionamiento de los latiguillos que transportan el líquido del freno. Asegúrate de tenerlos en buen estado antes de viajar y de no forzarlos con demasiada intensidad mantenida en el tiempo.
Batería
Una batería se sitúa en su temperatura ideal a los 25ºC, por tanto el hecho de encontrarse con mucho más calor, puede acabar haciendo que su vida útil, disminuya.
Debemos evitar, por tanto, largas y continuas exposiciones al sol para que la batería nos e recaliente. Además, conviene asegurarnos de que está en buen estado antes de realizar cualquier desplazamiento muy largo.
Ruedas
El neumático se puede dilatar en situaciones en las que la temperatura es muy alta, lo que junto al calor que emite el asfalto por el que circula, puede provocar un aumento en la presión de la goma. Por ello se recomienda circular en verano con la presión mínima que te marque el fabricante. Esto puede hacernos, además ahorrar algo de gasolina o diésel.
Exterior
La pintura se puede ver castigada, llegando incluso a perder el color y el brillo de la pintura en caso de haberse expuesto demasiado tiempo al sol. Los expertos recomiendan que, en caso de poder permitírtelo, le apliques una capa de cera antes de la temporada veraniega.

Interior
Los asientos pueden verse deteriorados por el calor, algo que se hace extensible al volante y al salpicadero cuando tienen una exposición directa, por ello es clave poner el parasol a nuestro coche cuando lo estacionamos.
