Cuando organizamos un viaje por carretera o simplemente nos desplazamos en el día a día, la posibilidad de pinchar un neumático siempre está presente. Por eso, muchos conductores se preguntan si es obligatorio en un turismo llevar una rueda de repuesto o si existen otras alternativas legales que nos permitan seguir circulando sin riesgo de sanción.
Aunque el Reglamento General de Vehículos no impone expresamente llevar una rueda de repuesto en el maletero, sí deja claro que los coches deben estar preparados para resolver una avería en caso de pinchazo. A continuación, repasamos lo que dice la ley, las opciones que existen y las posibles sanciones si no cumplimos con esta exigencia implícita.
¿Qué dice la normativa?
La normativa española no obliga de forma literal a portar una rueda de repuesto, pero sí establece que todos los vehículos deben contar con un sistema que permita continuar la marcha en caso de sufrir una avería en los neumáticos.
Por lo que no llevar una rueda completa no es sancionable por sí solo, siempre que se disponga de otro método efectivo para solventar un pinchazo o reventón. El objetivo no es tanto el formato del recurso, sino garantizar la movilidad segura del vehículo hasta llegar a un punto donde pueda ser reparado o sustituido adecuadamente.

¿Qué alternativas existen a la rueda de repuesto?
En la actualidad, los fabricantes de vehículos ofrecen distintas soluciones homologadas que cumplen con la exigencia legal. Estas son las principales:
Rueda de repuesto estándar
Es idéntica a la original, por lo que no limita la conducción. Se puede circular con total normalidad hasta cambiar el neumático dañado.
Rueda de emergencia o “de galleta”
Es más pequeña y ligera, pensada para trayectos cortos (generalmente no más de 80 km) y a velocidades reducidas. Suele venir de serie en muchos turismos modernos.
Kit repara pinchazos
Incluye un spray sellador y un compresor que permiten sellar temporalmente el agujero y rehinchar el neumático. No es reutilizable, pero te puede sacar del apuro.

Neumáticos Runflat
Los neumáticos Runflat están diseñados para soportar la pérdida de presión y permitir circular durante unos 80-100 km tras el pinchazo, aunque a velocidad limitada. No todos los vehículos están preparados para montar este tipo de neumáticos.
Cada una de estas opciones está contemplada como válida por las autoridades, siempre que esté en buen estado y lista para ser utilizada en caso de emergencia.
¿Qué ocurre si no llevas ningún sistema?
No contar con ningún sistema de sustitución o reparación en caso de pinchazo puede derivar en una multa de hasta 200 euros, aunque el vehículo esté en perfecto estado general. La DGT entiende que, ante un imprevisto, el coche debe ser capaz de seguir circulando de forma segura, sin depender obligatoriamente de asistencia externa.
Esto implica que no basta con confiar en que nunca te pincharás: si un agente de tráfico comprueba que no llevas ni rueda, ni kit, ni neumáticos autorreparables, estás expuesto a sanción. Además, quedarte tirado en carretera sin medios para salir del paso también puede ponerte en peligro.

¿Y si tienes asistencia en carretera?
Aunque tu póliza incluya este servicio, no exime de llevar un sistema válido para resolver el pinchazo. Las aseguradoras acuden al rescate, pero los agentes de tráfico no consideran esa cobertura como un sustituto de los sistemas exigidos.
Aunque la legislación no obliga directamente a llevar una rueda de repuesto en un turismo, sí exige que se pueda resolver un pinchazo o avería de neumático sin comprometer la seguridad. Por tanto, es obligatorio en un turismo llevar una rueda de repuesto o una alternativa equivalente, como mínimo un kit homologado.
Antes de salir a carretera, asegúrate de que tu vehículo cumple con esta norma. Consulta con tu mecánico de confianza o revisa el manual del coche para saber qué solución llevas a bordo. Un gesto tan simple puede evitarte una sanción y, sobre todo, una situación peligrosa en carretera.