Las notificaciones son esos mensajes momentáneos que aparecen en la pantalla de nuestros teléfonos móviles. Según algunos informes, un usuario promedio puede recibir 80 de estos al día, mientras que podría ascender hasta los 300 en el caso de las personas más conectadas. Basándose en estos datos y justo en el comienzo de las vacaciones de verano donde se esperan muchos desplazamientos en coche, la asociación francesa Assurance Prévention ha decidido medir el impacto de consultar dichas alertas mientras estamos conduciendo.
Según informan nuestros compañeros de L’Argus, para esta encuesta que se ha convertido en pionera en Francia se han convocado a 24 personas con unas edades comprendidas entre los 18 y los 60 años. La idea era colocarlos en una situación de conducción real con un simulador que estaba equipado con un sistema de seguimiento ocular para rastrear la mirada y así conseguir un análisis preciso de su comportamiento al recibir una notificación.

Se plantearon tres trayectos diferentes a los encuestados que pasaban desde realizar un recorrido de cinco minutos por una población con intersecciones y semáforos, el mismo tiempo, pero con cruces y una señal de stop, así como un último de 20 minutos por una autopista con tráfico intenso y ralentizaciones. Cada conductor debería realizar tres veces cada una de ellas, aunque las condiciones serían cambiantes:
- Primer intento: uso natural del teléfono móvil colocado sobre un soporte
- Segundo intento: conducir sin teléfono
- Tercer intento: conducir con teléfono y generar 9 notificaciones emitidas durante situaciones de conducción con riesgo.
Al final teniendo en cuenta a todos los participantes más todas las combinaciones arriba explicadas, se registró una muestra de más de 3.600 kilómetros y el equivalente a conducir durante 33 horas. ¿Los resultados? Pues seguro que después de leer esto a alguno se le quita las ganas de volver a mirar cualquier notificación.

Segundos sin mirar a la carretera que son eternos
El principal hallazgo que se ha extraído de este experimento de la organización francesa es que un conductor tarda 12,7 segundos de media en procesar una notificación que aparece en su teléfono móvil. Para entenderlo mejor, con cada alerta la mirada se alterna entre la carretera (6,1 segundos) y la pantalla del dispositivo (6,6 segundos). En ese tiempo las personas al volante se olvidan de las comprobaciones de seguridad esenciales como puede ser revistar los retrovisores, tanto el interior como los exteriores. Y si tenemos en cuenta que se circule a 130 km/h, en ese intervalo se habrán recorrido casi 500 metros casi a ciegas.
Otro de los datos que podemos extraer del estudio es que el conductor que deja activas las notificaciones en su teléfono aparta la vista de la carretera durante 6 minutos cada hora. Tomando como referencia un trayecto que fuera desde París a Niza equivaldría, por tanto, a una hora en la que no se está totalmente concentrado en lo que pasa en la vía.

Por tanto, como resumen claro se puede indicar que la presencia de las notificaciones mientras vamos conduciendo duplican las posibilidades de poder tener un accidente y confirma claramente la distracción, aunque algunas personas lo nieguen. Además, compromete la seguridad de todos los ocupantes del vehículo y los demás usuarios de la vía.
Desactiva siempre las notificaciones al volante
Dentro del mismo artículo del medio francés recuerdan que este tipo de distracciones hicieron que 390 personas perdieran la vida al volante en 2023 en las carreteras de nuestro país vecino, a lo que suman que en una encuesta realizada por Assurance Prévention, el 76% de los conductores reconocieron que utilizan el teléfono o cualquier otro elemento que distraiga su atención.
Ante estos datos, nosotros recomendamos encarecidamente desactivar las notificaciones mientras vamos conduciendo. Más ahora que muchos teléfonos nos los ponen tan fácil a contar con un modo de conducción que las deshabilita.