La estrategia de algunos países de la Unión Europea respecto a la compra de eléctricos está cambiando. Mientras Alemania ha decidido poner fin a las ayudas a la compra de vehículos por problemas presupuestarios, Francia las ha reorganizado, penalizando a los coches producidos fuera de la UE. En España a falta de que se agoten los fondos del Moves III, los fabricantes piden ayudas más eficaces.
Francia estrena desde el pasado 16 de diciembre novedades en sus ayudas a la compra de coches eléctricos. El llamado "bono ecológico" promete levantar ampollas porque deja fuera de facto a muchos coches, especialmente de fabricantes chinos, pero también a coches de marcas europeas fabricados allí, como el Dacia Spring.
Se mantiene el importe, 5.000 euros o hasta 7.000 en función de la renta de cada hogar. Y es válido tanto para vehículos de renting como para la compra. Pero las nuevas condiciones para adquirir un vehículo en el país vecino quieren favorecer los coches eléctricos producidos en Francia y en Europa. La nueva ley tiene en cuenta el impacto ambiental de un modo mucho más global. A partir de ahora un vehículo eléctrico deberá tener una puntuación mínima para poder optar al bono ecológico. Esta puntuación se vincula a todo el ciclo de vida del vehículo, producción, montaje y transporte incluidos. Ahora comprende la huella de carbono de toda su producción y los materiales requeridos para ello, debiendo alcanzar al menos 60 de 80 puntos.

Se incluyen modelos como el Citroën ë-C4, Renault Twingo E-Tech, Fiat 500e, Peugeo e-308 y Renault Megane e-Tech, pero también Audi E-Tron, BMW Serie 4, y Tesla Model Y, que se salva porque se produce en Berlín. Los que no entran son Dacia Spring, Tesla Model 3 o los MG.
El Gobierno de Macron ha anunciado la puesta en marcha también del llamado "renting social". Se trata de un alquiler a largo plazo, por 100 euros al mes, de un modelo cien por cien eléctrico, para los hogares con menos poder adquisitivo (renta inferior a 15.400 euros). Es su manera de hacer llegar la electrificación a los que tienen menos ingresos. Prevén unas 20.000 entregas al año.
Alemania, fin de las ayudas a eléctricos
Alemania, por su parte, ha puesto fin a las ayudas a los coches eléctricos. Desde hoy, el 18 de diciembre ya no se pueden presentar nuevas solicitudes para obtener el bono ambiental de entre 3.000 y 4.500 euros por coche. La razón, una sentencia del Tribunal Constitucional Federal de mediados de noviembre ha obligado a reducir el fondo con el que se pagaba la financiación.
Según diferentes expertos, las ventas anuales podrían bajar hasta los 300.000 coches -de los 500.000 que se esperan en este 2023-. Actualmente el parque alemán compuesto de 49,1 millones de coches, cuenta con 1,3 millones de eléctricos, esto es un 2,7 por ciento. Su objetivo es llegar a 15 millones para 2030. Hasta el momento, solo el 17 por ciento de los coches matriculados eran coches eléctricos.

Desde el ADAC, (como el RACE alemán) se lamenta esta finalización de las ayudas. Hace hincapié en que los coches eléctricos son caros. Solo tres vehículos tienen eléctricos tienen un precio inferior a los 30.000 euros.
Y mientras tanto en España
Las ventas de vehículos electrificados -eléctricos cien por cien e híbridos enchufables- en nuestro país se sitúan claramente por debajo de Europa. Mientras la media en los principales mercados llega al 20 por ciento, en España se queda en el 12. Como comentaba el otro día el presidente de ANFAC, España se tiene que replantear las ayudas a los coches eléctricos si quiere alcanzar los objetivos para 2030 y 2035. Solo 10 vehículos eléctricos tienen un precio inferior a los 30.000 euros.
A falta de unos meses para que se agoten los fondos del Moves III, desde los fabricantes se pide al Gobierno un nuevo sistema que sea más ágil que este basado en la fiscalidad. Con ayudas inmediatas, -para cobrar el Moves actual hay que esperar en muchos casos más de un año-. También se ha pedido que las empresas puedan desgravarse de las compras o el renitng de vehículos electrificados.