El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentó ayer el nuevo “Plan de impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción", que hoy mismo será aprobado en el Consejo de Ministros. En este programa, a partir de mañana mismo, se podrán solicitar ya todas las ayudas a la compra de los coches, además de prever también importantes presupuestos para formación, investigación, reformas y una nueva fiscalidad en la industria.
Las ayudas anunciadas ayer para la compra irán destinadas a todo aquel que adquiera en los próximos meses un vehículo 100% eléctrico, pero también uno con etiqueta ECO de la DGT o incluso diésel y gasolina con etiqueta C, siempre que su calificación energética sea A o B y tenga emisiones de CO2 por debajo de 120 g/km.
Sin embargo, de cara ya a lo que el Gobierno ha considerado “Medidas estructurales a medio plazo", todo este sistema podría revisarse por completo. Y es que el nuevo “Plan de impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción" anunció ayer también por sorpresa que el Ministerio del Interior se encargará de la actualización de las etiquetas medioambientales de la DGT.
La nueva propuesta, en 6 meses
Con fecha final de aprobación fijada en julio de 2021, es decir, en aproximadamente un año, las etiquetas de la DGT podrían variar por completo su catalogación actual e, incluso, contemplar la aparición de nuevas pegatinas no existentes actualmente. El Gobierno ha anunciado en la presentación del propio plan que será la DGT quien “establecerá un grupo de trabajo ministerial que deberá valorar la necesidad de una actualización de las etiquetas medioambientales, consensuada con el sector y con el resto de agentes involucrados y, en su caso, elevará una propuesta en los próximos 6 meses".
Según anuncia el Gobierno en el plan, “el sistema de etiquetado actual (Etiquetas CERO, ECO, C, B) ha permitido una clasificación cada vez más conocida del parque de vehículos, y aportar coherencia a políticas de ámbito estatal, autonómico y local en función del potencial contaminador de los vehículos". Sin embargo, el Ejecutivo considera ahora que “la evolución tecnológica es una realidad y los nuevos vehículos que incorporan estas innovaciones deberían ser catalogados dentro de las posibilidades que ofrece el sistema de etiquetas actual, o bien añadiendo nuevas etiquetas".
Etiquetas más duras
Como trasfondo de esta actualización está, sin duda, el endurecimiento de las etiquetas consideradas hasta ahora ecológicas, ya que se dan circunstancias de que coches deportivos o de gran cilindrada, con pequeñísimos aportes eléctricos alcanzan hoy la catalogación de ECO, algo que sucede con todo tipo de micro-híbridos. Incluso, vehículos híbridos enchufables que circulan la mayor parte de su tiempo con potentes motores de combustión se benefician hoy incluso de etiquetas Cero Emisiones, sin distinción frente a modelos 100% eléctricos y de gran autonomía.
Incluso en el caso de los coches diésel y gasolina, hace tiempo que se viene proponiendo la aparición de una nueva etiqueta, que podría ser un distintivo D. Estaría diseñado para coches diésel y gasolina de última generación, que ya superen las normativas Euro 6d y puedan marcar distancias frente a modelos con los que hoy comparten etiqueta y que, por ejemplo, en el caso de la gasolina pueden ser hasta 14 años más antiguos y entre los diésel mostrar más de 6 años de diferencia, con todo lo que han evolucionado sus tecnologías.