El Brexit pasa factura a la industria británica

La producción de coches en Gran Bretaña cayó el 4,1 por ciento en septiembre, sumando el quinto mes consecutivo de descenso. En el acumulado del año, la caída es del 2,2 por ciento.

Juan Carlos Payo. Twitter: @autopista_es Foto: Cordon Press.

El Brexit pasa factura a la industria británica
El Brexit pasa factura a la industria británica

La industria automovilística británica produjo en septiembre 153.224 unidades para totalizar en el conjunto de los nueve primeros meses del año 1,259 millones de unidades, cifra que supone una caída del 2,2 por ciento frente al periodo enero-septiembre de 2016.

Dentro de los resultados de septiembre, la producción para exportación cayó el 1,1 por ciento, mientras que la destinada al mercado doméstico lo hizo el 14,2 por ciento. Alrededor del 80 por ciento de los automóviles producidos en el Reino Unido se exportan, la mitad de ellos a la UE. Recordemos que el grueso de la fabricación de coches en Gran Bretaña la acaparan Jaguar-Land Rover, la alianza Renault-Nissan y Mini con el 70% de la producción que se realiza en el Reino Unido, aunque tampoco debemos olvidar a otros fabricantes japoneses como Toyota y Honda. Recientemente el presidente de Toyota Europa, Didier Leroy, ha manifestado que "El gobierno debe entender que los fabricantes no podemos permanecer en este tipo de niebla e incertidumbre". El fabricante japonés emplea a 3.000 personas en el país y en su planta de Derbyshire produce 180 000 vehículos por año.

¿Y las ventas?

Y si nos vamos a las ventas, sexto mes consecutivo de caída en Gran Bretaña (-9,3 por ciento con 426.170 unidades en un mes de los más importantes del año y que llevaba seis años consecutivos al alza). Aquí, son destacables la caída de Mini de un 6 por ciento en septiembre, o la de Vauxhall que vio sus ventas disminuir un 20 por ciento con el Astra, habitualmente en el top 5 de ventas, no logrando situarse entre los 10 más vendidos en el pasado mes de septiembre.

El director general de la Asociación de Fabricantes Británicos, Mike Hawes, destacó que "la disminución de la confianza del consumidor y las empresas afecta a la demanda interna y, a su vez, a los volúmenes de producción. El Brexit es el mayor desafío de nuestro tiempo, y todavía no hay claridad sobre las relaciones futuras con nuestro principal socio comercial, la Unión Europea, ni detalles sobre un posible acuerdo de transición". Según esta asociación, si el Brexit sigue su curso y no hay acuerdos con Europa, el precio medio del coche importado desde la Unión Europea se podría incrementar en 1.500 libras. A toda esta incertidumbre hay que sumar el efecto en el consumidor de la caída de la libra que ha hecho aumentar el precio del combustible.

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