A nadie nos gustan las multas, eso está claro. Y si encima hablamos de las sanciones más altas mucho menos. Pero dentro de todo el régimen sancionador de la Dirección General de Tráfico hemos querido conocer cuáles son las más dolorosas, esas que se quieren evitar a toda costa.
Para empezar, debemos conocer que desde la DGT clasifican las sanciones como leves, cuyo importe suele estar sobre los 100 euros, las graves, cuya cuantía asciende a los 200 euros normalmente y las hay que restan puntos y otras que no, así como las muy graves, que parten de los 500 euros y que siempre terminan quitando puntos en el carné.

Algunos ejemplos de multas leves son no pagar un peaje en una autopista o no encontrarse a juicio del agente en las mejores condiciones para poder conducir. Sobre las graves tenemos sobrepasar los límites de velocidad de la vía hasta un máximo de 20 km/h respecto a lo establecido, estacionar el coche en un carril bici o que te pillen con el carné caducado. En cuanto a las muy graves podemos indicar el incumplimiento de las normas de auxilio o lanzar objetos a la vía que puedan provocar un accidente.
¿Cuáles son las multas más altas de la DGT?
Aunque como he comentado anteriormente las multas graves comienzan desde los 500 euros, en el reglamento de la DGT aparecen hasta tres casos en los que se deberán abonar 1.000 euros, siendo las sanciones más altas que se pueden aplicar a un conductor. No obstante, todas ellas tienen pronto pago.

La lista de las multas de los 1.000 euros son las siguientes:
- La primera es bastante clara ya que se impondrá esta sanción tan alta en caso de que se detecte la presencia de drogas en el organismo. En este caso da igual el nivel que se descubra o si el conductor tenga o no antecedentes.
- La segunda también tiene que ver con los controles, aunque en este caso de alcohol. En caso de que la persona detenida presente una tasa superior a la establecida (noveles y profesionales del 0,15 mg/l, menores de edad de 0 mg/l y el resto de 0,25 mg/l de aire espirado) y haya sido sancionada en el último año también pagará la máxima sanción. Si además supera los 0,60 mg/l se considerará como un delito y pasará a juicio.
- La última posibilidad es que tanto los conductores como cualquier otro usuario de la vía que se hayan visto implicados en un accidente de tráfico o hayan cometido una infracción eludan la obligación de someterse a las pruebas de detección tanto de alcohol como de drogas en el organismo.