Sólo actuación heroica de un miembro de seguridad de los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica catalana, evitó en la tarde este pasado martes lo que parecía ya una tragedia inevitable. A la altura de la localidad tarraconense de Torredembarra, un camionero de 30 años de edad, nacionalidad ecuatoriana y vecino de un pueblo de Almería, se encontraba circulando en “zigzag" por la autopista AP-7, según alertaban varias llamadas de conductores a los servicios de emergencia.
Una patrulla de tráfico se dirigió al lugar de los hechos para tratar de interceptar el camión. Al ver que circulaba invadiendo varios carriles, los miembros de la policía, ya a la altura de Vilafranca del Penedés, en Barcelona y a unos 35 kilómetros ya de distancia del primer punto, le indicaron que siguiera hasta detenerse en un lugar seguro. A pesar de que parecía hacer caso inicialmente, el camionero decidió detenerse en medio de la autopista estando a punto de causar un accidente múltiple por alcance.
Fue entonces cuando rápidamente, uno de los miembros de la patrulla de los Mossos d’Esquadra subió a la cabina para redirigir y guiar al camionero, incluso teniendo que variar él la trayectoria del vehículo, hasta un lugar de estacionamiento, ya que el conductor no podía mantener su control. El desenlace pudo incluso acabar de nuevo en tragedia, ya que al bajarse el camionero, olvidó accionar el freno de mano y otro agente tuvo que subir en marcha para frenarlo cuando se dirigía hacia una pendiente descendiente.
Ante la conducta del camionero, los agentes hicieron soplar al camionero con el etilómetro, dando un resultado de 2,46 mg/l: es, ni más ni menos, que más de 16 veces superior a la tasa máxima permitida para conductores profesionales, cifrada en 0,15 mg/l. Eso sí, posteriormente, el conductor se negó a realizar la prueba oficial definitiva de alcoholemia.
Por todo ello, una vez detenido y tras comprobar que incluso en la cabina había latas de bebidas alcohólicas vacías, al camionero se le acusa ahora de ser presunto autor de los delitos de conducción temeraria, conducir bajo los efectos del alcohol y negarse a hacer las pruebas de alcoholemia. Este individuo, además, cuenta ya con tres antecedentes policiales, uno de ellos también por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
