El Daytona Cobra Coupé es uno de esos coches que no pasan desapercibidos, no solo por su diseño inconfundible, sino porque nació con un objetivo muy concreto: demostrar que Estados Unidos podía competir con Europa en las carreras de gran turismo. En una época dominada por Ferrari, este modelo cambió las reglas del juego.
Desde su debut en los circuitos internacionales, el Daytona destacó por su aerodinámica y su rendimiento. Fue una pieza clave en la trayectoria de Carroll Shelby y en la historia del automovilismo estadounidense, combinando ingeniería eficaz, prestaciones elevadas y una producción extremadamente limitada.
El origen del Daytona Cobra Coupé y su misión en competición
El proyecto surgió a principios de los años sesenta, cuando Shelby buscaba una solución para mejorar la velocidad punta del Cobra roadster frente a Ferrari en pruebas de larga distancia. Para ello confió el diseño a Peter Brock, que creó una carrocería cerrada optimizada aerodinámicamente.
La carrocería se fabricó de forma artesanal en Módena, Italia, uniendo chasis y motor estadounidenses con la tradición carrocerera europea. El resultado fue un coche capaz de superar los 300 km/h, una cifra excepcional para la época. Solo se construyeron seis unidades destinadas a la competición, lo que explica su enorme valor actual.
Los éxitos del Daytona Cobra Coupé en las carreras
El mayor logro del modelo llegó en 1965, cuando el Daytona Cobra Coupé se proclamó campeón del mundo de GT de la FIA, arrebatando el título a Ferrari. La victoria decisiva se produjo en el circuito de Reims-Gueux, el 4 de julio, una fecha simbólica para Estados Unidos.
Aquel triunfo consagró a Shelby y a su equipo, marcando un antes y un después en la presencia estadounidense en el automovilismo internacional.
El Daytona Cobra Coupé en Le Mans
En las 24 Horas de Le Mans, el Daytona no logró la victoria absoluta, pero sí destacó dentro de su categoría. Su aerodinámica resultaba especialmente eficaz en las largas rectas del circuito de La Sarthe.
Equipado con un motor V8 Ford de 4,7 litros, con una potencia cercana a los 385 CV, el Daytona ofrecía una combinación muy competitiva de velocidad, fiabilidad y estabilidad en carrera.
Un coche de carreras homologado para carretera
Pese a su enfoque radical, el Daytona Cobra Coupé llegó a estar homologado para uso en carretera, un detalle que incrementó aún más su atractivo entre coleccionistas. Su escasa producción y su vinculación directa con la competición lo convierten en una pieza excepcional, incluso fuera de los circuitos.
El chasis CSX2601 y su importancia histórica
El CSX2601 es el chasis más famoso de la serie. Fue el coche que logró el campeonato mundial de GT en 1965 y es considerado el ejemplar más valioso del Daytona Cobra Coupé. Su excelente estado de conservación y su historial deportivo lo han convertido en una referencia absoluta dentro del coleccionismo.
El Daytona Cobra Coupé más caro jamás subastado
En una subasta celebrada en Pebble Beach (California), el CSX2601 fue vendido por 7,25 millones de dólares, estableciendo un récord como el coche estadounidense más caro vendido en una puja pública en ese momento.
Posteriormente, otras estimaciones y operaciones privadas han situado el valor del Daytona Cobra Coupé por encima de los 10 millones de dólares, en función del estado y el historial de cada unidad.
Motor, aerodinámica y soluciones técnicas
El diseño de Peter Brock introdujo soluciones aerodinámicas muy avanzadas para su época, como la parte trasera truncada, inspirada en teorías europeas. Esto permitió al Daytona ganar hasta 30 km/h de velocidad punta respecto al Cobra roadster.
El conjunto se completaba con un chasis ligero y un motor V8 robusto, logrando un equilibrio ideal entre potencia, peso y fiabilidad.
Una construcción artesanal irrepetible
Cada Daytona Cobra Coupé fue construido a mano y adaptado a las necesidades del equipo de competición. Esta fabricación casi artesanal hace que encontrar piezas originales sea extremadamente complejo, reforzando el carácter único de cada unidad superviviente.
Un icono del automovilismo estadounidense
El Daytona Cobra Coupé representa la ambición, la creatividad y la capacidad técnica del automovilismo estadounidense en su edad dorada. Su historia en competición, su diseño inconfundible y su creciente valor lo consolidan como uno de los grandes deportivos del siglo XX y una referencia absoluta entre los clásicos de carreras.










