Entender el consumo GLP vs gasolina es clave si estás pensando en adaptar tu vehículo para ahorrar en combustible o reducir emisiones contaminantes. Aunque el gas licuado del petróleo (GLP) se perfila como una alternativa cada vez más común, es importante valorar si realmente compensa frente a la gasolina tradicional, teniendo en cuenta el gasto por kilómetro, el tipo de uso y los requisitos técnicos.
Veamos en detalle las diferencias, ventajas y puntos clave que debes tener en cuenta antes de dar el paso hacia un coche con sistema GLP.
Diferencias reales de consumo entre GLP y gasolina
¿Se gasta más GLP que gasolina?
Sí, aunque de forma controlada. Un coche que consume 7 litros de gasolina cada 100 km puede llegar a consumir alrededor de 8 litros de GLP para la misma distancia. El consumo de GLP es ligeramente superior, pero se compensa con un precio por litro sensiblemente más bajo.
Actualmente, el GLP cuesta la mitad (o incluso menos) que la gasolina. Por tanto, aunque se consuma un poco más, el ahorro final por kilómetro recorrido sigue siendo importante, sobre todo en trayectos largos o usos frecuentes.
Aditivo de gasolina: imprescindible para el GLP
Aunque el vehículo funcione principalmente con GLP, necesita pequeñas dosis de gasolina para tareas específicas. Esta gasolina actúa como refrigerante y lubricante del motor, evitando sobrecalentamientos y el desgaste prematuro de las válvulas.
Además, cada vez que arrancas el coche en frío, lo hace en modo gasolina y se cambia automáticamente a GLP a los pocos segundos. Este aporte es mínimo, pero imprescindible.
¿Influye el tipo de motor en el consumo?
Sí, y mucho.
Motores con inyección indirecta
En este tipo de motores, el uso de gasolina es casi simbólico. Solo se emplea en arranques y para mantener ciertos parámetros óptimos de combustión. El ahorro es mayor, y el impacto del aditivo de gasolina es casi irrelevante.
Motores con inyección directa
Aquí el consumo combinado se eleva. La gasolina puede representar hasta el 20% del total, según el tipo de conducción y el sistema de gestión. Aun así, la diferencia de coste con respecto al uso exclusivo de gasolina sigue siendo favorable para el GLP.
¿Compensa realmente adaptar un coche a GLP?
La clave está en evaluar el coste por kilómetro, no solo los litros que se consumen. Si conduces a diario o haces trayectos largos, el ahorro en combustible compensa el gasto inicial de la conversión. Además, el GLP permite mantener el rendimiento sin reducir potencia ni comodidad.
Ventajas añadidas del GLP
Ahorro en mantenimiento
Los vehículos adaptados a GLP suelen presentar menor desgaste del motor, gracias a una combustión más limpia. Esto se traduce en revisiones menos frecuentes y menor necesidad de productos como el aditivo para gasolina, aunque conviene consultar con el taller si se recomienda alguno para usos mixtos.
Menores emisiones y ventajas fiscales
El GLP genera menos emisiones contaminantes, lo que permite obtener la etiqueta ECO de la DGT. Esto se traduce en ventajas como acceso a zonas restringidas, bonificaciones fiscales o descuentos en aparcamiento.
¿Qué mantenimiento requiere un coche de gasolina convertido a GLP?
Los coches de gasolina convertidos a GLP deben seguir un plan de mantenimiento específico. Aparte de las revisiones habituales (aceite, filtros, etc.), hay que revisar periódicamente el sistema GLP, los inyectores de gas y las válvulas. El mantenimiento es sencillo, pero conviene realizarlo en talleres especializados.
