La cantinela de que el Gobierno de Pedro Sánchez va a subir el precio del gasóleo la llevamos escuchando muchos años. Fue en 2018 cuando la entonces ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya comentó que era una necesidad para impulsar la fiscalidad verde y que sería incluido en los Presupuestos Generales de 2019. Ese fue el primer intento de muchos, pero hasta ahora esta medida tan impopular no ha terminado de cristalizarse.
Aunque últimamente hemos vuelto a informar en varias ocasiones sobre esta posible subida de impuestos al diésel, que equipararía su precio con la gasolina, dado que ahora el Ejecutivo comandado por Sánchez tenía un ultimátum por parte de la Unión Europea para su ejecución. En concreto, según informan en El Debate, el 11 de abril era la fecha marcada para aprobar una subida de hasta 11 céntimos el litro.

La amenaza tiene un trasfondo importante, pues de su aprobación depende la llegada a las arcas del Estado de nuevos fondos Next Generation, creados en Europa para favorecer una industria sostenible y el crecimiento del coche eléctrico. En concreto, se habla que dicha cuantía podría ascender hasta los 8.000 millones de euros, que parece no terminarán de llegar.
Este es el plan de la Unión Europea
Lo que pretenden los mandatarios europeos es acabar con las bonificaciones fiscales con las que cuenta el diésel desde los años 80. En aquella época, una crisis energética hizo que en la eurozona se favoreciera el consumo de gasóleo, más abundante por su menor demanda y de grandes cualidades para uno uso tanto industrial como laboral.

Como ya he comentado más arriba, desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, él y su equipo han intentado en numerosas ocasiones aprobar la medida “obligada” por la UE. De esta manera este combustible perdería parte de esa ventaja con la que cuenta de ofrecer un menor coste por utilización, con la idea de incentivar el paso hacia los coches electrificados.
Precisamente en los últimos días han sido voces autorizadas del Gobierno, como pueden ser las del ministro de Economía y Hacienda, Carlos Cuerpo, o el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, los que han vuelto a sacar a la palestra informativa la subida del impuesto al diésel. E incluso reconociendo que sería complicada, aseguraban que todavía estaban dentro de los plazos.

Las razones por las que no se aprobará la subida del diésel
Como comentaba más arriba, el próximo 11 de abril, lo que viene a ser el viernes de la próxima semana, es la fecha límite dada por la Unión Europea para su implantación. Más allá de que sería a puertas de la Semana Santa, fecha en la que muchas personas utilizan el coche para desplazarse, la difícil situación en la que se encuentra actualmente el Congreso hace que para Pedro Sánchez sea casi una misión imposible conseguirlo en plazo.
Para empezar, volviendo a la información de El Debate, existe un bloqueo por parte de Sumar. Este grupo parlamentario ya ha declarado públicamente que no votará a favor de esta medida si el Gobierno no se compromete a incluir dentro de un mismo paquete la subida a la tasa a las energética. Y como muchos sabemos, a esto último se opone claramente el PNV.

Luego pasaríamos a la oposición, con el PP como su representante más numeroso. Según el medio, en este momento lo más seguro es que los populares se abstendrían en una votación de la subida del impuesto del diésel, ya que no podemos obviar que se trata de una medida muy impopular y que afectaría a colectivos importantes.
Aunque sobre este último punto ha habido muchas especulaciones durante todo este tiempo. En algunos foros se apuesta a que la medida del PSOE vendría acompañada de una exención para los transportistas y también para las personas con rentas más bajas. En otros indican que afectaría a Península y Baleares, quedando fuera las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, así como Canarias. Lo que está claro es que el parque automovilístico español todavía está representado en un 60% por vehículos diésel y esos son muchos afectados.

¿Cómo podría afectar a nuestro bolsillo?
En el caso improbable de que la medida de la subida del impuesto del diésel llegará a buen puerto, desde algunas asociaciones ya han hecho cálculos de cuánto le costaría al bolsillo de cada persona. Por ejemplo, desde Fenadismer creen que la equiparación con la gasolina supondría una subida de 10 céntimos, mientras que en la OCU aumentan esa cifra hasta los 11,34 céntimos.
Sacando la calculadora, en caso de llenar un depósito de unos 50 litros con gasóleo, la subida de este impuesto supondría 5,67 euros más a pagar. Si lo extrapolamos a un conductor que complete unos 15.000 km al año estaríamos hablando de unos 102,03 euros más.