La propia DGT ha reconocido que cometió errores en la clasificación inicial que realizó en las etiquetas, aunque no obstante, ha dejado la iniciativa para corregir su propio error en manos de los conductores afectados.
Pegatina
La pegatina se ha convertido en algo básico desde la implantación de las ZBE, obligatorias en 2024 en municipios de más de 50.000 habitantes y en aquellos que contengan mala calidad del aire con más de 20.000 personas en su censo.
El sistema se rige por criterios de cara a asignar una calificación particular a cada vehículo en función de las emisiones que emite. En base a ello, cada ayuntamiento establece unas normas en base a las restricciones de circulación.
Problema
Esto deriva de cuando la Dirección General de Tráfico estableció el sistema de etiquetado basándose en la antigüedades de los vehículos, momento en el que no tuvo en cuenta las emisiones que emitía cada coche. Esto supuso en su día cientos de miles de errores en la clasificación inicial. Errores que ahora se están intentando corregir, aunque, repetimos, se deja en manos del propietario de cada vehículo.
Afectados
Esto afecta sobre todo a los vehículos sin etiqueta, a los de la ‘B’ y a los de la ‘C’. Esto representa un gran número del parque automovilístico español ya que es donde se congregan la mayoría de los coches de nuestro país, a pesar de que las etiquetas ‘ECO’ y ‘0’ son cada vez más habituales.
Los peor parados son los dueños de vehículos sin pegatina, los cuales no pueden acceder a muchas de las grandes ciudades.

Normas
Según los criterios de emisiones las etiquetas B y C se deben dar en estos casos:
- Etiqueta B: vehículos gasolina que cumplen con Euro 3 y vehículos diésel que cumplen con las Euro 4 y Euro 5.
- Etiqueta C: vehículos gasolina que cumplen con Euro 4, Euro 5 y Euro 6 y vehículos diésel que cumplen con la Euro 6.
Posibilidades
La Dirección General de Tráfico permite que los conductores vuelvan a etiquetar sus vehículos, sin embargo, deja en sus manos el hecho de demostrar que el vehículo cumple con los requisitos de una etiqueta diferente a con la que cuenta en este momento.
Proceso
Este proceso es similar al de convertir un vehículo a GLP, donde se debe presentar la documentación ante la Jefatura Provincial de Tráfico para contar con la etiqueta ‘ECO’. En la ficha técnica del coche especifica la normativa Euro con la que cumple, aunque si queremos saber de manera exacta las emisiones con precisión, tendremos que llamar al fabricante. En esa llamada se puede solicitar un certificado de homologación energética, que puede costar entre 10 y 90 euros. Esto lo necesitará la DGT para actualizar la etiqueta, por lo que deberemos hacérselo llegar.