Radares fijos, móviles y de tramo. Helicópteros y drones. Y furgonetas y motos camufladas. Sí, el arsenal de la DGT en vigilancia en carretera es espectacular y cada año además se incrementa con más tecnología y nuevos aparatos, más eficaces y efectivos. De hecho, para 2024, Tráfico ya anuncia la instalación de otros 150 cinemómetros, muchos de los cuales serán de tramo y muchos ubicados en carreteras convencionales, donde más aumenta la siniestralidad en carretera.
En total, la DGT confirma ya oficialmente hasta 2.100 posibles localizaciones de radar en España, por lo que caer en cualquiera de sus radares es algo bastante común y que a todos, tarde o temprano, nos afecta, por un exceso de velocidad o por un despiste momentáneo con los límites concretos de una carretera. Es lo que hay y los datos así lo demuestran: solo en 2022, el último íntegro contabilizado, desde Tráfico se emitieron nada menos que 3,5 millones de sanciones de velocidad. Datos que se incrementan cada año.
Todos los radares están automatizados y gestionados a distancia
Pues bien, hoy queremos contarte cómo notifica la DGT estas sanciones de velocidad y cómo las capta. Y es que, completamente ya automatizados todos los radares, incluso los fijos están hoy informatizados y son gestionados a distancia, tal y como nos confirman desde el propio organismo de Tráfico. Cuando cualquier radar capta a un vehículo por encima del límite legal de una carretera, automáticamente se generan ya imágenes y datos de la infracción, como son la fecha, hora, localización o velocidad del vehículo, entre otros detalles.

A partir de ese momento, todos estos datos viajan en un fichero comprimido y encriptado, que no puede ser manipulado y a través de fibra óptica o vía GPRS, como en los teléfonos móviles. Así es cómo llega al CTDA, que es el Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas, donde el fichero se desencripta y descomprime.
El paso posterior es también fundamental, ya que es entonces cuando el fichero debe superar obligatoriamente una serie importante de filtros, tanto automatizados como manuales, destinados a verificar que se cumplen todas las condiciones exigibles por ley y que cuentan con la validez del certificado de Metrología sobre el funcionamiento correcto del radar, así como los datos de la infracción o la calidad de la fotografía, que no deje ninguna duda sobre la infracción ni el infractor.
El 30% de las fotografías se descartan en el CTDA de la DGT
Yolanda del Canto, directora del CTDA, explica que los criterios son muy estrictos, hasta el punto de llegar hoy a desecharse un gran número de infracciones por no poder asegurar su legalidad. “La DGT aplica criterios estrictos a las imágenes antes de iniciar un expediente sancionador. Esta rigurosidad queda de manifiesto en el hecho de que en el CTDA se descarta entorno al 30 por ciento de las fotografías que recibe”, desvela por sorpresa en la revista Tráfico y Seguridad Vial la directora del CTDA.
Es decir, si en 2022 se emitieron nada menos que 3,5 millones de sanciones, de no haberse descartado un 30% de las imágenes recibidas las multas podían claramente haberse multiplicado.