A pesar de que en España su uso no está tan extendido como en el resto de Europa, los vehículos de Gas Natural Comprimido (GNC) y Gas Licuado de Petróleo (GLP) son una alternativa interesante a la hora de elegir un vehículo con menos emisiones contaminantes. Equipados con un solo motor de combustión permiten el uso indistinto con gas, -GLP o GNC, según el caso-, y gasolina con un rendimiento similar a un vehículo convencional.
En el caso de los vehículos preparados para utilizarse con GNC, este es el combustible prioritario, su depósito suele tener una mayor capacidad que el de gasolina, que es mínima, ya que esta se usa sólo puntualmente y cuando se agota el depósito de gas. En las transiciones de un combustible a otro no interviene el conductor. Su autonomía ronda los 400 kilómetros.

Los vehículos movidos por GLP que se ofrecen en el mercado, cuentan con autonomías superiores ya que disponen de dos depósitos generosos de ambos combustibles, alcanzando los 1.200 kilómetros en uso combinado. Estos vehículos sí suelen permitir elegir al conductor el tipo de combustible que desea utilizar en cada momento.
El coche de gas, en 3 claves principales
» AHORRO EN COMBUSTIBLE
Los coches movidos por gas suponen un ahorro del gasto empleado en combustible de hasta un 40 por ciento, porque aunque consumen más gas que gasolina, el precio tanto del GLP sigue siendo menor. En el caso del GNC, estamos en una situación inversa que los pone en el punto de mira por su futuro incierto, debido al encarecimiento de este combustible.
» AMPLIA RED DE REPOSTAJE
Repostar un vehículo de gas en principio no es un problema sobre todo en el caso del GLP, ya que actualmente encontramos en España más de 750 estaciones de este combustible también denominado Autogas, y unos 190 de GNC. En www.Gasnam.com y en diversas páginas web puedes encontrar su ubicación exacta que en muchos casos están en estaciones de servicio convencionales.

» ETIQUETA ECO DE LA DGT
Los vehículos propulsados por gas, GNC o GLP, cuentan con la etiqueta ECO y todas las ventajas que esto supone, desde descuentos en el Impuesto de Tracción Mecánica -que varía según el ayuntamiento de que se trate, que puede llegar al 75 por ciento-, hasta descuentos en la zona de aparcamiento regulado. También permite acceder y circular por las zonas del centro de las ciudades y la circulación por el BUS VAO en determinados escenarios.