El BMW Z3 tiene su propio hueco no solo en la historia de la marca bávara, sino también en la historia del automóvil. El roadster alemán se produjo entre los años 1995, hace ahora un cuarto de siglo, y 2002. Tras casi 300.000 unidades fabricadas (297.087), el Z3 se ha ganado tal reconocimiento, reuniendo a un gran número de club de fans por todo el mundo.
Remontándonos a sus orígenes, hay que recalcar que el BMW Z3 fue el primer vehículo del fabricante alemán cuya producción se dio fuera de Alemania. Ésta tuvo lugar en la planta de Spartanburg, en los Estados Unidos, donde también se dio vida a la primera generación de su sucesor, el Z4.

De propulsión trasera, con motor delantero en posición longitudinal y una carrocería de 4,025 metros de largo, pocos coches pueden decir que su primer conductor haya sido el mismísimo James Bond. Fue en la película “Golden Eye”, estrenada en noviembre de 1995, con Pierce Brosnan como protagonista. Es más, en el mercado norteamericano se vendió una edición especial, limitada a 20 unidades, del BMW Z3 James Bond Edition.
Acto seguido, su primer año de vida en las carreteras fue ya todo un éxito: a principios del 1996, las 15.000 unidades que formaban toda su producción anual estaban ya vendidas. Su primera gran actualización no tuvo lugar hasta 1999, cuando casi se habían alcanzado las 170.000 unidades. Un año antes, en 1998, se lanzaría al mercado la versión coupé. Y ya un 28 de junio de 2002 se fabricaría la última unidad, expuesta en el propio museo de la fábrica.

BMW Z3: un roadster legendario
A día de hoy, todavía se siguen venerando las formas que Joji Nagashima dio al BMW Z3, un más que digno sucesor de otro mito sobre ruedas de la marca bávara, el BMW 507 de los años 50. Se siguió la misma fórmula en el Z3: un morro largo, voladizos muy cortos, una parte trasera también muy corta y una posición de conducción retrasada, combinadas eso sí con formas atrevidas y algún detalle clásico como las branquias laterales, todo un sello en el Z3.
Mecánicamente hablando, el BMW Z3 contó en sus 6 años de producción con versiones de cuatro cilindros, de 1,8 y 1,9 litros, con 115 y 143 CV, respectivamente, en su lanzamiento. Más adelante llegarían los seis cilindros, uno de 2,8 litros y 193 CV, así como el inolvidable Z3 M con otra mecánica de 3,2 litros y 321 CV, el mismo que el BMW M3 E36. Con la actualización de 1999, también se retocó la parte mecánica: el 1,9 litros desarrollaba 117 CV, el seis cilindros de 2,0 los 150 CV, un seis cilindros de 2,2 litros aparecía con 179 CV, otro de 3,0 litros con 231 CV y la versión M escalaba hasta los 325 CV.
Aunque se crearon algunas versiones especiales del BMW Z3, como las “Individual”, con combinaciones de colores más exclusivas, y otras “Sport Edition”, sin duda lo más llamativo fue conocer el prototipo conocido como Z3 M V12: se instaló bajo el capó una mecánica V12, de 5,4 litros y 326 CV, para “comprobar la capacidad del vano motor” del coche. Eso sí, nunca vio la luz como vehículo de producción.

BMW Z3 Coupé: todavía más especial
Si el BMW Z3 roadster se puede considerar un vehículo especial en cualquiera de sus versiones, la carrocería Z3 Coupé no se queda atrás. Llegó al mercado en el verano de 1998, con una parte trasera de lo más peculiar e inspirada en el 328 Sportcoupé que ganó la Mille Miglia en 1940.
Se vendieron 18.000 unidades del Z3 con esta carrocería de techo duro, que se vendió únicamente con las mecánicas de seis cilindros: 193 y 231 CV, así con las versiones M de 321 y 325 CV. Si eres fan del Mundial de MotoGP, quizás lo recuerdes como coche de seguridad de la temporada 2000.