Llevaban tiempo advirtiéndolo y al final ha sucedido. La Comisión Europea de Medio Ambiente ha decidido multar a España (como ya hizo en su día contra Alemania, Francia o Reino Unido) por el incumplimiento sistemático de los índices máximos de contaminación. La gota que ha colmado el vaso fue la decisión de imponer una moratoria en las multas de Madrid Central.
Y pese a que un juez tumbó esta decisión unos pocos días después, la Comisión dirigida por Karmenu Vella ha terminado por perder la paciencia, denunciando a nuestro país por los altos índices contaminantes en Madrid, Barcelona y Vallès-Baix Llobregat (situado junto a la Ciudad Condal). Ahora, España se enfrenta a una dura multa mientras las dos grandes ciudades de nuestro país siguen adelante con sus proyectos anticontaminantes.
De momento, la reforma de Madrid Central tan anunciada aún no ha visto la luz, pero desde el Partido Popular, quien dirige el Ayuntamiento de la capital, señalan que hay que poner el foco más allá de las medidas restrictivas a la contaminación y optar por la creación de aparcamientos disuasorios y carriles Bus-VAO. Sea como sea, los vehículos sin etiqueta siguen sin poder acceder al centro de Madrid a menos que sean residentes. A partir de 2020 tampoco lo podrán hacer aquellos invitados por residentes que carezcan de dicha pegatina.
En Barcelona el proyecto es, aún, más ambicioso. A partir del año 2020 no podrán moverse por la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona (ZBE) los vehículos sin etiquetado medioambiental. Es decir, todos los automóviles de gasolina antes del 2000 y diésel previos al 2006 no podrán moverse por la ciudad catalana y su entorno (el área cubre municipios pegados a la urbe) los días laborables de 7:00h a 20:00h. Esta medida irá acompañada de mejoras en el transporte público y el fomento de éste durante los protocolos anticontaminación. Además, a partir de 2025 los vehículos ya mencionados no se podrán mover por todo el Área Metropolitana de Barcelona (AMB).
Y este problema no está limitado a Madrid y Barcelona. El Corredor del Henares, situado junto a la ciudad de Madrid, es una de las áreas más contaminadas de España y donde más urge tomar medidas para frenar las emisiones presentes en el aire. Granada lleva meses superando los límites máximos permitidos y en Sevilla existe un plan de movilidad urbana que, pese a los problemas encontrados, lleva años sin ser aplicado. A Coruña, Huelva, Lleida, Bailén, Murcia, Talavera de la Reina, Puertollano, Santandes, Valencia, Zaragoza o el cinturón sur de Madrid son otras ciudades que han superado los límites en los últimos años. Muchas de ellas, a través de sus ayuntamientos o de las comunidades autónomas pertinentes, ya están tomando medidas.
Sea como sea, España sigue adelante con su proyecto de prohibir la circulación de los vehículos movidos por combustibles fósiles en 2050 y la venta de automóviles nuevos diésel y gasolina en 2040. Un plan que será aprobado siempre y cuando la Ley de Cambio Climático y Transición Energética salga adelante. Un plan que, a nivel europeo, de momento sólo ha sido aprobado por Francia.
Francia, el único país que prohíbe el diésel por Ley
Francia es, desde el mes de junio, el único país que ha sacado adelante una Ley que prohibirá la venta de coches que utilicen combustibles fósiles a partir de 2040 y sacar de la circulación a estos en el año 2050 para “una total descarbonización del transporte terrestre".
Además, París, donde llevan años superando las emisiones contaminantes y se aplican desde hace tiempo medidas anticontaminación, está convirtiéndose en la bandera de la nueva movilidad gala. Hay que tener en cuenta que desde el 1 de julio los vehículos sin pegatina o los diésel anteriores al año 2000 no pueden circular por la Métropole du Grand Paris, un área en la que viven 7,2 millones de personas. Esta medida se suma a la ya existente por la que los vehículos diésel inferiores a Euro 3 no pueden circular los días laborables entre las 8:00h y las 20:00h en dicho área.
Para que facilitar este cambio, se ha establecido una ayuda a las empresas para que entreguen a sus trabajadores hasta 400 euros anuales a quienes utilicen alternativas al vehículo privado, desde coches compartidos hasta bicicletas. Precisamente, 350 millones de euros serán entregados para el fomento de este medio de transporte y otros 13.400 millones de euros se destinarán a la mejora del transporte público hasta el año 2022.
Además de París, en Francia existen otros 32 espacios restringidos a la circulación, donde las multas por incumplir las normas van desde los 68 hasta los 375 euros.
Otras fechas europeas
En cuanto a otros países donde ya plantean restricciones circulatorias a los vehículos diésel y gasolina, destaca el plan austriaco. Allí apenas quedan unos meses para sacar adelante el proyecto (2020) que espera restringir notablemente el movimiento a los automóviles que utilicen combustibles fósiles. Desde luego, el plazo se antoja complicado pero lo que sí es cierto es que ya cuentan con seis zonas especialmente protegidas, casi todas coincidentes con los principales entornos naturales. En estos espacios hay autopistas por las que no pueden circular turismos de categoría inferior a Euro 3 y, además, en 2025 tampoco podrán hacerlo quienes, al menos, no cuenten con Euro 5.
Noruega ya plantea la prohibición de los combustibles fósiles a partir de 2025, pero la amplia penetración del automóvil eléctrico y su amplia red de cargadores sí parece garantizar que este plan pueda salir adelante. Dinamarca, por su parte, espera hacer lo propio en 2030, aunque deja a los híbridos para 2035. Irlanda, Países Bajos o Suecia también los incluirán en su criba de 2030. Escocia, sin embargo, lo pospone hasta 2032.
Reino Unido, a excepción de Escocia, lo han planteado para 2040, al igual que en Francia o España, pero allí las restricciones a la circulación en Londres son mucho más duras que en nuestro país, con duros peajes para acceder al centro de la ciudad que, además, se suman a los mínimos exigidos para entrar a las calles más céntricas. Desde el 8 de abril hay que tener, al menos, un coche Euro 4 para moverse por el entorno del Big Ben o el London Bridge que se extenderá a otros barrios londinenses a partir del 25 de octubre de 2021.
En Alemania, pese a que no existen fechas programadas para el cese de la venta o la circulación de vehículos contaminantes, sí hay restricciones a la circulación hasta en 62 municipios. Unas limitaciones especialmente diseñadas a partir de los fallos que han emitido los tribunales alemanes. De momento, en las ciudades se han establecido dos áreas, una verde y una azul. La verde ya criba a automóviles inferiores a Euro 3 pero en Berlín, donde ya se han establecido zonas azules en 2,9 km de calles especialmente protegidas, no pueden entrar coches inferiores a Euro 6d.
El caso de Estocolmo también es llamativo. A partir del año que viene sólo podrán circular por el centro de la ciudad los automóviles Euro 6 o los Euro 5 con menos de ocho años de antigüedad. Hay que tener en cuenta que la conciencia ecologista en Suecia ha conseguido que se establezcan restricciones circulatorias desde los años 90.
Por último, algunas ciudades de Dinamarca y Praga, en República Checa, también cuentan con cierres al tráfico a los vehículos más contaminantes y, en ambos casos, se siguen planteando planes más duros que amplíen las normativas ya establecidas.