La Dirección General de Tráfico ha impulsado un proyecto, llamado “Autonomous Ready", mediante el cual se acabará instalando un dispositivo especial a unos 5.000 vehículos que los conectarán entre ellos en los próximos 3 años. ¿El objetivo? Reducir los accidentes de tráfico y, a la vez, una apuesta por el coche conectado y el futuro vehículo autónomo.
Este proyecto pionero en el mundo, que va de la mano del Ayuntamiento de Barcelona (ciudad donde ya se están realizando las pruebas), y de empresas privadas como “Mobileye" (proveedora de la tecnología), Línea Directa (encargada del procesado de datos)… lleva ya dos meses en funcionamiento. Hast ael momento, seha equipado a unos 300 vehículos con la tecnología necesaria, encargada de recabar información sobre la conducción, el entorno y las características de las carreteras.
Tras analizar toda esta información, permite identificar los puntos de riesgo en el ámbito urbano, en especial los que están relacionados con los usuarios más vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas). De esta forma, se pretende impulsar las ventajas que traen consigo el coche conectado y los sistemas de ayuda a la conducción de los coches más modernos.
El objetivo final de “Autonomous Ready" no es otro que el de luchar contra los accidentes de tráfico, buscando alcanzar el objetivo internacional de “Visión Zero" que busca terminar con las muertes y las lesiones graves ocasionadas por los accidentes de tráfico, así como sentar las bases del futuro del coche autónomo. Se podrá también realizar una mejor valoración del impacto que tienen los mencionados sistemas de ayudas a la conducción en la seguridad vial y en la movilidad en las ciudades, así como para configurar modelos predictivos de prevención vial en base a estas ayudas.
Autonomous Ready: así es su tecnología
Según los primeros resultados del proyecto en estos dos primeros meses, se han podido alertar de 668 potenciales colisiones contra peatones o ciclistas. Los vehículos disponen de unas cámaras inteligentes que, conectadas a una herramienta de reconocimiento y procesado de datos, los interpretan en tiempo real y mandan avisos a los conductores para evitar colisiones.
Estos vehículos recorren al día 45.000 kilómetros por las calles de Barcelona, de ahí la importancia de un proyecto que busca eliminar los accidentes de tráfico contra los usuarios más vulnerables, ocasionados en gran medida a las distracciones. Es decir, al error humano: según las conclusiones iniciales del proyecto, “Autonomous Ready" es capaz de predecir el 80 por ciento de los posibles errores del conductor.
El proyecto se adelanta a la futura obligatoriedad, por norma europea, a que los coches nuevos incorporen a partir del 2022 estos sistemas de asistencia a la conducción. Pronto se incorporará esta tecnología a nuevos vehículos a la “flota segura" de “Autonomous Ready", incluidos nuevos autobuses urbanos de Barcelona, para superar la cifra de más de 700 vehículos a principios del 2020.