Las llamadas a revisión de vehículos están a la orden del día y son más comunes de lo deseado. De un lado, podríamos pensar que demuestran problemas y defectos de fabricación que no pueden suceder y que advierten de la mala calidad de muchos productos. Pero, por otro, hay que reconocer que son también consecuencia de los grandes mecanismos de control que hay, no solo en los países, sino a nivel comunitario en toda la Unión Europea, capaces de anticiparse a problemas que de no detectarse podrían generar graves peligros de seguridad, que rara vez suceden.
Órganos como la OCU en España, la KBA en Alemania o, sobre todo, el sistema de alertas rápidas no alimentarias de la Unión Europea, antes llamado RAPEX, advierten inmediatamente de cualquier problema detectado y ponen en marcha importantes protocolos de solución y respuesta. Y lo hemos visto mucho en los últimos meses.
Continuas llamadas a revisión de coches
Uno de los casos más recientes lo comprobamos en España, donde en octubre se alertó de un fallo en los airbags de casi 300.000 vehículos fabricados por Seat. Antes, casi 500.000 coches de BMW también tuvieron la acusación de un problema que afectaba al propelente del sistema de airbag, capaz de deteriorarse con el tiempo y liberar fragmentos durante el proceso de hinchado que podrían causa lesiones a los ocupantes.

Y otra importante alerta llegó hace casi un año ante posibles fallos en las baterías de coches híbridos o híbridos enchufables de Peugeot, que podrían recalentarse y terminar por provocar incendios en los coches. Pues bien, la última llamada a revisión se ha producido por una causa algo parecida a esta última que os acabamos de contar.
Casi 350.000 coches de Mercedes podrían tener riesgo de incendio
Y es que, según informa la Oficina Federal de Vehículos Motorizados de Alemania (KBA), Mercedes-Ben habría llamado ya a revisión a unos 341.000 vehículos de todo el mundo debido, también, a un potencial riesgo de incendio. La alerta ha sido publicada en la base de datos de esta misma oficina y recogida por DPA.
Según esta nueva alerta europea, los coches afectados por este problema que va a intentar solucionarse ya serían, supuestamente, modelos GLE y GLS de Mercedes fabricados entre los años 2017 y 2023.

El aviso además habla de un importante peligro. Y es que la alerta advierte de una conexión roscada del terminal de un cable de la toma de tierra de 48 voltios de estos vehículos concretos podría haberse soltado durante el proceso de montaje y provocar así riesgos reales de incendios.
Ante esta realidad comprobada, la alerta de KBA avisa de que esta conexión debe ser revisada y reparada en caso necesario. Esta misma información asegura que la llamada a revisión ya podría haberse iniciado en Alemania y afectarían solo en el país germano a más de 11.000 vehículos. Mercedes-Benz, por su parte, aún no ha confirmado ni desmentido estos datos difundidos por la KBA. Seguiremos atentos y, como siempre, informando.