Los datos que poco a poco vamos conociendo son cada vez más preocupantes y ponen de manifiesto claros problemas de fabricación de los coches modernos. Hace menos de un mes, por ejemplo, te revelábamos un nuevo estudio de carVertical, empresa especializada en informes e historiales de vehículos, que aseguraba que hasta 1 de cada 7 coches adquiridos en España en los dos últimos años, entre 2023 y 2024, habían sido llamados a revisión por algún problema de fábrica detectado posteriormente. Es decir, el 14,5% del total de coches comprados termina mostrando algún problema de seguridad que hay que subsanar.
Pues bien, por si este dato no fuese ya preocupante, ni tampoco el que refleja que España cuenta con uno de los parques automovilísticos más antiguos de Europa, con una media próxima a los 15 años y un alto riesgo de fallos mecánicos, ahora un nuevo estudio pone otra vez en el foco de alerta a los vehículos nuevos y seminuevos, advirtiendo sobre las cada vez más probabilidades que tienen de sufrir averías graves.
Casi 6 de cada 10 coches con solo 1 año tiene riesgos graves de sufrir averías
En concreto, esta vez el informe nos llega de Carly, la plataforma líder en diagnóstico automotriz, que desvela que, según sus propios datos analizados tras más de 1 millón de diagnósticos, los coches fabricados en 2024, es decir, el pasado año, tienen hasta un 58,77 por ciento de probabilidad de sufrir un fallo crítico o una avería grave en carretera. La compañía asegura que, sin chequeos previos, las averías pueden terminar convirtiéndose en “reparaciones potencialmente muy costosas”.

Según esta empresa especializada en diagnósticos de vehículos, los problemas a los que se enfrentan hoy los automóviles nuevos son sobre todo por fallos mecánicos o electrónicos importantes, que “permanecen ocultos hasta que el coche presenta síntomas ya avanzados o, peor aún, se detiene en carretera”. Pero, ¿por qué asistimos en los últimos años a lo que parece un deterioro en la calidad de fabricación de los coches nuevos, con averías cada vez más tempranas y comunes?
La electrónica, con aumento de software y sensores, multiplica los fallos
Desde Carly nos aseguran que, aunque es verdad que los coches más nuevos incorporan cada vez una mejor tecnología, esto no se está reflejando en una ausencia de problemas. Casi podríamos decir que es al contrario. Según la empresa de diagnóstico, los vehículos nuevos o seminuevos disponen precisamente de una electrónica mucho más compleja, con un aumento de sensores y de software que incrementa al mismo tiempo la posibilidad de fallos en el sistema. Pero hay más razones que explican esta pérdida de fiabilidad.
Por un lado, los expertos advierten del uso cada vez más intenso que se hace de los vehículos desde su adquisición y de defectos de fábrica, que se manifiestan tras un tiempo de rodaje aunque el vehículo lleve pocos kilómetros. Y, por otro lado, la falta de revisiones exhaustivas, especialmente en vehículos ya con más kilómetros y antigüedad, está provocando que no se detecten algunas averías a tiempo, ya que, según Carly, “muchos compradores se fían únicamente de los avisos del salpicadero, sin realizar diagnósticos más completos”.

“Hemos comprobado que incluso los vehículos del año pasado pueden esconder averías críticas que no se detectan hasta que se pasa un diagnóstico profundo”, confirma Paola Nosthas, Country Manager de Carly en España, quien concluye además que “Con tanta demanda en el mercado de ocasión, la transparencia y la prevención son clave para evitar sorpresas que terminen costando miles de euros”.
A coches más antiguos, obviamente más riesgo de avería grave
Y es que si los coches nuevos presentan cada vez una más alta probabilidad de sufrir una avería grave, obviamente los más antiguos están agravando el problema y hay que tener en cuenta que, con altos precios en el mercado nuevo y muchas dudas sobre tecnología y movilidad, los compradores apuestan cada vez más al mercado de ocasión, que ha crecido hasta un 17,65 por ciento en el último año.

En este tipo de transacciones, los problemas obviamente son aún más numerosos. Según el informe de Carly, los vehículos fabricados antes del año 2000 y aún en circulación tienen por su parte hasta un 72% de riesgo de presentar averías graves, mientras que los producidos entre 2010 y 2015 presenta un índice de probabilidad de sufrir un fallo crítico de entre el 60 y el 65 por ciento. Por su parte, los coches con solo dos años de vida, fabricados en 2023, reflejan también unas posibilidades de hasta el 56,58 por ciento de sufrir importantes averías en carretera, siempre según los datos de la empresa especializada Carly.