Cuando hablamos de coches eléctricos, siempre decimos que dos de sus mayores taras son la autonomía y los tiempos de recarga de sus baterías. Uno de los objetivos principales de las marcas y las compañías implicadas es conseguir que las cifras de autonomía crezcan y que los tiempos de recarga bajen.
La Unión Europea también mira en este sentido con su nuevo proyecto EVC1000, de cara al 2021: con una inversión de casi 7.000 millones de euros, se pretende llegar a unos componentes que permitan que el coche eléctrico del futuro pueda hacer con una sola carga más de 1.000 kilómetros y que, además, pueda recargarse de forma completa en menos de 90 minutos.
El EVC1000 (Componentes de Vehículos Eléctricos para llegar a esos 1.000 km de autonomía) se enmarca dentro del programa Horizon 2020, que cuenta con 80.000 millones de euros de inversión para el desarrollo y la innovación de la industria europea en el campo del vehículo eléctrico. Se busca un uso de los sistemas de transporte más eficiente, seguro y, sobre todo, respetuoso con el medio ambiente.
El objetivo: un SUV eléctrico con esa autonomía
Los tres años de este proyecto pretende derivar en la construcción de un coche, de carrocería SUV, con una autonomía eléctrica que supere los 1.000 km y que se pueda recargar en apenas hora y media. Estos dos vehículos serían el Audi e-tron y el JAC iE6VS.
Y es que tanto la marca alemana como JAC (marca china de la que Seat es socio) son dos de los socios en este proyecto EVC1000. A éstos hay que sumarles Brembo, AVL List GmbH, ELAPHE, Fraunhofer ENAS, Ideas & Motion, TU Ilmenau, Tenneco Automotive Europe y la Universidad de Surrey.
Para ello, se debe desarrollar el grupo de componentes eléctricos que lo permitan. Por ejemplo, trabajar en nuevos motores eléctricos que se instalen, en conjunto con los sistemas de transmisión, de frenada regenerativa y módulos de potencia,** en las propias ruedas**. De esta forma, se liberaría de espacio para que se ubiquen baterías de última generación de mayor tamaño que permitan alcanzar las mencionadas cotas de autonomía.
El conglomerado de socios europeos quiere dar un paso adelante y plantar cara a la gran potencia que representa el mercado chino en el campo de vehículos eléctricos. En el país asiático, seguido del norteamericano, se concentra el mayor volumen de producción de coches eléctricos. Un mercado que cuenta todavía con una cuota de mercado muy baja en Europa, poco más de un 2 por ciento del total, aunque también es cierto que su crecimiento es exponencial a cada año que pasa, superando el 40 por ciento.