Lo queramos o no, la tecnología marca ya sin duda el ritmo de nuestras vidas. La era digital que estamos viviendo en la actualidad ha modificado completamente los hábitos y nuestro estilo de vida, la forma de relacionarnos con el resto… ha sido el germen de nuevos empleos, de nuevas maneras de comunicarnos y de nuevas formas de movernos. Parece que todo es posible a día de hoy, que no hay límites en lo que podemos hacer o en lo que se puede crear.
Aunque nos dé la sensación de que se hayan alcanzado cotas impensables hasta hace bien poco, el ritmo que alcanzarán los avances tecnológicos en los próximos tiempos será todavía mucho más frenético. Y en esta ecuación aparece un concepto que en plena era de la globalización y de la concienciación medioambiental está tomando un relieve cada vez más importante: la movilidad. ¿Cómo será?
La nueva movilidad: el papel de la tecnología híbrida
Desde hace varias generaciones, el vehículo ha sido (y es), especialmente para los más jóvenes, el gran instrumento de libertad: la libertad de moverse. Hoy en día, el coche sigue jugando un papel fundamental, en la conectividad y automatización de muchos servicios como puede ser el transporte, el comercio, el ocio… El automóvil ya no es un medio solo para ir de un punto A al punto B, es algo más. Mucho más.
La movilidad está pasando por unos tiempos de cambio y transformación, de nuevo de la mano de la tecnología y por los cambios que esta ha provocado en los hábitos de la sociedad: nuevos tipos de vehículos, nuevos servicios, nuevas fórmulas de movilidad compartida,… y, no lo olvidemos, mirando cada vez más hacia la sostenibilidad, hacia la eficiencia, hacia la electrificación…
Las cifras de ventas de vehículos impulsados por electricidad, en sus diferentes fórmulas, crecen mes a mes. Y aquí juega un papel fundamental un término clave: la democratización de la tecnología, representada ya hoy en su máxima expresión por la tecnología híbrida eléctrica; un concepto que fue pionero en una marca, Toyota, que se adelantó a su tiempo con el primer Prius (1997), y que hoy en día sigue trabajando en nuevos desarrollos para responder a las nuevas exigencias.
A día de hoy, la gama híbrida de la marca japonesa abarca un amplio espectro: coches urbanos (Yaris), compactos (Corolla), berlinas (Corolla Sedán, Prius y Camry), familiares (Corolla Touring Sports), de siete plazas (Prius ) o con componente más versátil en formato SUV (C-HR y RAV4). Tecnología y movilidad híbrida al alcance de todos y adaptadas en función de las necesidades de cada uno. Porque su precio en todos los segmentos es muy competitivo, no necesita enchufarse a ningún punto de carga y su eficiencia sin duda está garantizada, como ya demostró un reciente estudio del Insituto Unievrsitario de Investigación del Automóvil (INSIA): los coches híbridos sin enchufe de Toyota se mueven más de un 80 por ciento del tiempo mediante energía exclusivamente eléctrica.
Así funciona la tecnología híbrida en el automóvil
Y es que hoy en día un vehículo híbrido te ofrece ya las ventajas de la propulsión eléctrica, siempre silenciosa y eficiente, además de todos sus beneficios de uso y circulación. Sí, como el acceso a las grandes ciudades gracias a la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico: un billete a cualquier calle en cualquier situación, aun cuando los protocolos anticontaminación amenazan (y más que lo harán) al resto de conductores... o cuando el acceso está restringido en las zonas más céntricas. Es entre calles, además, donde la tecnología híbrida eléctrico bate hoy todos los récords de consumo y autonomía.
Mirando siempre a nuestro bolsillo a la hora de afrontar cualquier tipo de gasto, también nos encontramos con otra de las ventajas de la tecnología híbrida eléctrica: su mantenimiento es más sencillo que el de cualquier coche equivalentes de gasolina o diésel, al incluir menos piezas de desgaste (embrague, caja de cambios, correa de distribución…). También algunos componentes, como los frenos o los neumáticos, tienen una mayor vida útil.
Todo ello además, como ya te hemos adelantado, con la relajación de poder olvídarte también de la constante preocupación que supone tener que buscar un enchufe para recargar las baterías, en este caso autorrecargables: en los híbridos Toyota se van recargando por sí solas, de forma inteligente e independiente, para poder disponer de suficiente carga en el momento idóneo en la ciudad. Esta recarga se efectúa además de diferente formas: cuando el vehículo está impulsado por el motor de gasolina, este también actúa como generador de electricidad que vuelve a las baterías; y durante las frenadas y en las deceleraciones, cuando levantamos el pie del acelerador.
El futuro de la tecnología electrificada
El futuro – y el presente– de la movilidad pasa ya sí o sí, como hemos visto, por el aprovechamiento de la electrificación. Llegarán probablemente futurísticas nuevas fórmulas de movilidad personal, como por ejemplo la increíble escoba voladora con la que Toyota sorprendió en el pasado Salón de Tokio. Pero El automóvil sigue aún muy presente y, además de esta tecnología híbrida eléctrica, la marca japonesa trabaja ya también en una nueva plataforma para dar cabida en su gama a vehículos cien por cien eléctricos, llamada e-TNGA. De esta saldrán, a partir del 2020, 10 nuevos coches, de los que 6 serán globales y apuntarán a diferentes segmentos del mercado.
De propulsión también eléctrica, aunque en un concepto diferente, llegará al mercado también a finales de 2020 la segunda generación del vehículo de pila de combustible de Toyota, el Mirai. El último prototipo desvelado ya al público nos muestra gran parte de sus rasgos: su mecánica utiliza el hidrógeno para generar la electricidad necesaria para mover el vehículo, ahora con una autonomía total que alcanza los 560 kilómetros. Su popularización queda todavía lejos, pero Toyota ya está también preparada para el futuro a medio y largo plazo.