Qué necesaria es la naturaleza en una ciudad. WWF calcula que una calle sin árboles puede alcanzar en verano hasta 10 grados más de temperatura que otra vía en la que sí existen. En verano, por ejemplo, las temperaturas que superan los 45 grados con facilidad en la acera en buena parte del territorio español en una calle sin sombras pueden reducirse drásticamente si, al contrario, se contara con elementos naturales.
Los árboles permiten rebajar esta temperatura gracias a su aporte de humedad y a la proyección de su sombra. A esto hay que sumar la transformación de CO2 en oxígeno, por lo que los beneficios siguen aumentando. Y lo hacen exponencialmente con los parques urbanos, verdaderos pulmones en unas ciudades híbridas donde el granito y el asfalto conviven con cientos de especies florales… Junto con la infrestructura de las grandes ciudades, contaminantes edificios, transporte y automóvil individual. Hoy por hoy, el punto de equilibrio dista mucho del fiel de la balanza aunque tú, como consumidor, puedes aportar mucho más de lo que piensas en muchas más áreas de las que imaginas.
Porque para que esta simbiosis entre vida urbana y naturaleza pueda convivir muchos más años es necesario que nosotros también tomemos partido activamente. ¿Cómo? Optimizando nuestro día a día, y buscando acciones que también tengan impacto sobre el medio ambiente y, por tanto, sobre esa flora que nos ayuda a respirar mejor y suavizar los efectos de unas temperaturas que son, cada vez, más extremas. A menos CO2, menos gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global; y a menos NOx, mejor calidad del aire y menos peligro para la salud y el medio ambiente. Un país como España, por ejemplo, asume la contaminación de casi 30 millones de vehículos, y uno de de cada cinco coches en circulación tiene una antigüendad superior a los 15 años.
En el automóvil, contaminar no es sólo consumir más o menos combustible, también el desgaste de ciertos elementos como ruedas, aceites y su posterior tratamiento y reciclaje y, sobre todo, el también letal polvo de las pastillas de freno, que revierten negativamente en la atmósfera. Afortunadamente, también el sector del automóvil se ha hecho eco de ello, aunque no todas las tecnologías pueden aportar los mismo beneficios para el ecosistema… Y para el cliente.
Piensa en verde como conductor responsable, pero no olvides que tamibén es el color del dinero. Con tanta tecnologia recién llegada al mercado puede que no te resulte fácil decantarte por la solución definitiva, pero como todo en la vida, tus necesidades de movilidad individual sólo pueden encontrar respuesta en coches y tecnologías que unifiquen lo mejor de varios mundos. ¿Eléctrico, Diésel, híbrido, gasolina, micro híbrido, híbrido enchufable, híbrido con baterías autorecargables…? Fácil no es.
Vía de escape híbrida
Despejar la incógnita supone adentrarse en un ciclo de respuestas a tus preguntas para encontrar esa vía de escape híbrida: un coche para todo en todos en todos los sentidos, y ahí va, probablemente, la primera cuestión… Sí, la eterna pregunta, ¿conviene seguir apostando al diésel? La que ha sido durante décadas la herramienta más eficiente del mundo parece ahora acorralada y su viabilidad corre más peligro que nunca. Vetados ya en algunos países, con fecha de caducidad ya para algunos fabricantes.
La liberación de altos niveles de NOx en diésel de mayor antigüedad ha sido uno de los principales males endémicos de la contaminación, pero aún hoy, con la necesidad de costosos tratamientos y complementos en la línea de escape en los nuevos coches, esta tecnología sigue liberando el el 90% de estas partículas que se acumulan en las ciudades. Gastan poco en carretera a ritmos sostenidos, sí, pero ya tienen rival: los híbridos eléctricos han logrado, cuanto menos, igualarles en esos largos trayectos. Y en las ciudades, con cortos recorridos y continuos arranques en frio, ya no es oro todo lo que recluce para aquellos.
¿Mejor por tanto un coche solo de gasolina? Demasiado consumo de combustible, más coste para ti, más CO2 para la atmósfera… Es cierto que han avanzado en eficiencia, pero quizás lo que más ha beneficiado a esta tipología de motores es el cambio de ritmo que han experimentado nuestras carreteras porque, afortunadamente, también el conductor parece ser más respetuoso que nunca con la velocidad… y ya sabes que los nuevos límites de 30 km/h se asoman ya a todas las ciudades. El cambio de tendencia ha llevado a casi todos los fabricantes a desarrollar motores de gasolina más pequeños en cilindrada, tamaño, número de cilindros pero, ¿seguirán durando lo mismo que antes?
Esta realidad ambiental encamina hoy a la movilidad a nuevos sistemas de propulsión alternativos, impulsados al mismo tiempo por nuevos cambios políticos y sociales. La ecuación da ya el resultado. Todas las grandes ciudades europeas (y no tan grandes) apuestan por la peatonalización de núcleos urbanos, el fomento del transporte público y la bicicleta e, incluso, una reducción del espacio al vehículo privado. Estas limitaciones eliminarán gran parte del tráfico rodado… pero también, sobre todo, premiarán a los vehículos más eficientes para abrir las puertas al cambio necesario. La movilidad eléctrica es y será la llave de acceso. ¿Pero cómo?
¿Estamos preparados para el coche eléctrico?
Para el coche 100% eléctrico aún no estamos preparados. Pregúntate a ti mismo y si encuntras respuesta, adelante. Pero así lo consideran ya los consumidores españoles, según el último estudio realizado por el Observatorio Cetelem: más del 60% considera que su autonomía no es suficiente todavía para asegurar sus desplazamientos habituales, mientras que un 58% asegura que su precio de compra es demasiado alto y no está dispuesto a sumirlo. Y a ello se suma la todavía escasa infraestructura de carga que encontramos en calles, centros comerciales, trabajos, estaciones de servicio o domilicios. Es el futuro, sí, pero la propia palabra ya lo demuestra: no el “ahora".
Ese mismo estudio concluye que el 66% de los conductores asegura que elegirá un coche híbrido eléctrico si tiene que adquirir uno en los próximos 5 años, pero ese cambio de tendencia se ha iniciado ya con el mayor ritmo de crecimiento experimentado. El híbrido eléctrico, por fin, ha roto ese bipartidismo que antíguamente existía entre solo gasolina y solo diésel. Y razones no faltan. Bajas emisiones, bajos consumos, ya sí, ante cualquier tipo de utilización para lograr autonomías superiores a los 1.000 km, costes mantenimiento mucho mas bajos que otros tecnologías, simplicidad de uso gracias a unas pequeñas baterías autorrecargables que, sin embargo, pueden asegurar larguísimos desplazamientos eléctricos en conducción urbana. Podrás alargar también el cambio de pastillas, neumáticos, aceite.. Y muchos otros elementos que otros coches necesitan sustituir, en los híbridos eléctricos ni existen. El coche híbrido eléctrico es así la compra más inteligente, como también lo dicen los consumidores españoles según el estudio Observatorio Cetelem.
Beneficios en la palma de la mano
Estos coches son híbridos eléctricos porque, además de contar con dos motores (gasolina y eléctrico), resuelven directamente los dos grandes problemas de la movilidad: el de salud y medio ambiente al consumir muy poquito combustible, emitiendo así muy bajas emisiones de CO2 además de un casi inexistente NOx; y porque con su dispositivo medioambiental ECO de la DGT no sufrirás restricciones de circulación, además de obtener ventajas fiscales y reducción de precio en muchos aparcamientos.
Pionera en movilidad híbrida eléctrica y referente siempre en esta tecnología, todos los estudios avalan el funcionamiento de los coches híbridos eléctricos de Toyota. Tanto el Centro Técnico de nuestra editorial Motorpress Ibérica, como un nuevo informe del INSIA (Instituto Universitario de Investigación del Automóvil), concluyen que los coches híbridos eléctricos de Toyota funcionan hasta más de un 80% del tiempo en modo eléctrico y cero emisiones, completando así más del 60% también de la distancia que recorren al año. Solo durante apenas un 20% del tiempo emplean el motor de gasolina… y sin necesidad de recargar las baterías en un enchufe. Pero hay más retos superados, ya fuera de la ciudad: ahora sí, su eficiencia también es incontestable en carretera. ¿Dudas ya?
Una conciencia global
En definitiva, la transformación móvil que se está produciendo en la mayor parte de nuestras urbes supone un reto para los ciudadanos, pero también una gran oportunidad para tomar conciencia de la huella que dejamos en nuestro entorno. Y esta apuesta por un medio más accesible y limpio no sólo tiene una consecuencia directa en un mejor mantenimiento de las zonas verdes y de nuestros pulmones, también en nuestro bolsillo (saca la calculadora y echa cuentas) y en nuestra propia necesidad de movilidad. Las ciudades y las carreteras son hoy escenario Toyota.