El Rally Dakar está próximo a su comienzo y los equipos han dedicado el viernes 4 de enero para realizar los últimos ajustes a sus monturas. Lejos del "Shakedown" que conocemos de las pruebas de rallyes, en el Rally Dakar cada equipo “se busca la vida" encontrando una localización cercana a Lima, capital de Perú, país donde se corre íntegramente la edición 2019 del rallye.
AUTOPISTA ha podido asistir a los test previos al arranque del Dakar (7-17 de enero) del equipo Mini X-Raid. A unos 100 km del centro de Lima, el preparador alemán de los bólidos Mini para el rally-raid más exigente del planeta ya es un habitual en los últimos años en estas pistas militares. Aquí nos encontramos con un recorrido, de unos 10 km, con características similares al rallye: dunas, arena, subidas y bajadas pronunciadas, superficies rotas…
Terreno ideal para que Mini termine de ajustar sus ocho coches para este Dakar 2019: los cinco Mini John Cooper Works Rally, pilotados por Nani Roma (junto a Álex Haro), Jakub Przygonski (campeón del mundo de Cross Country 2018), Orlando Terranova, Yazeed Al Rajhi y Boris Garafulic; y los tres Mini John Cooper Works Buggy, con un auténtico “dream team" formado por los ex pilotos de Peugeot, con Carlos Sainz al frente (junto a Lucas Cruz, ganadores del Dakar 2018), Stéphane Peterhansel y Cyril Despres.
Mini JCW Buggy VS Mini JCW 4x4
En el vídeo que hemos grabado durante nuestra estancia en el Shakedown de Mini X-Raid te contamos algunos de los secretos de ambos coches. Dado el formato que presenta este Dakar 2019 (“sólo" 10 etapas, pero más intensas, con un 70 por ciento de arena y dunas peruanas), los buggies pueden partir con mayor ventaja gracias a sus características: su mayor recorrido de suspensiones, sus neumáticos más grandes (de 17 pulgadas frente a los 16 pulgadas de los 4x4), su sistema de inflado y desinflado de estos neumáticos desde el habitáculo, su mayor ligereza… permiten un paso por las dunas más favorables.
Sin embargo, en caso de quedarse atascado en el elemento arenoso, traicionero a más no poder, el Mini JCW Rally 4x4 podrá sacar mayor provecho de su mejor y mayor capacidad de tracción. Este vehículo es más pesado, más estrecho y con menos batalla, lo que sumado a un recorrido menor en suspensiones y los neumáticos más pequeños, se traduce en un mayor castigo físico para pilotos y copilotos durante las etapas. Eso sí, viendo el carácter que va a marcar este Dakar, la desventaja de tener que desinflar los neumáticos manualmente fuera del coche podría ser paliada si los pilotos arrancan desde el principio en estas condiciones.
Para este Dakar 2019, Mini X-Raid ha mejorado el bloque motor: enteramente de origen BMW, el bloque Diesel sobrealimentado de seis cilindros en línea y 3,0 litros es ahora monoturbo (antes biturbo), tanto para el JCW Buggy como para el JCW Rally (aunque no todos los Mini 4x4 montan esta evolución; sí el de Nani Roma). Además, reciben otras mejoras en cuanto a refrigeración, electrónica y aerodinámica, especialmente en la zona inferior del 4x4 donde se ha puesto un mayor cuidado.
Mini JCW Buggy: 2,5 segundos por km más rápido tras la llegada de Sainz
X-Raid es desde el 2011 el preparador de los coches Mini para el Dakar. Desde el 2012 al 2015 arrasaron con cuatro victorias absolutas consecutivas (incluida la de Nani Roma en 2014). Con la llegada del JCW Buggy en 2018 (antes sólo habían desarrollado el Mini All4 Racing y, posteriormente, su sustituto, el JCW Rally, ambos 4x4), la apuesta es doble, aunque el equipo es el mismo y la estructura también, con sus diferencias en cuanto a mecánicos, patrocinadores (Red Bull pone su nombre a los tres Buggies, por ejemplo),…
La llegada de Carlos Sainz a la estructura del buggy ha sido vital para que hoy hablemos de un JCW Buggy competitivo, y que en 2018 pasó desapercibido. El CEO de X-Raid, Sven Quandt, es rotundo en palabras a AUTOPISTA: “Cuando Carlos coge el coche por primera vez en junio, tras hacer los primeros ajustes en las suspensiones, logra mejorar 1 segundo por kilómetro la velocidad del coche. Luego, con la mejora en el motor, la mejora llega a los 2,5 segundos por kilómetro, lo que en este tipo de carreras es muchísimo tiempo, es una locura". El “Matador", de nuevo, demostrando sus cualidades de poner a punto y desarrollar un coche de rallyes o raids como ninguno. “Es un piloto increíble. Cuando vino a hacer las primeras pruebas, su conocimiento, su modo de trabajar… la gente dice que es difícil trabajar con él, pero yo no lo veo así y es agradable trabajar con él".
"En un principio, los buggies parten con ventaja. Pero habrá etapas donde predominen las pistas, y no habrá tanta duna ni tanta arena. Luego al final la suerte tendrá mucho que decir, en un Dakar necesitas un coche rápido, pero también esa pizca de suerte para no quedarte atrapado en las dunas y alejarte de los problemas", remata Sven Quandt, jefe en este Dakar de Carlos Sainz y Nani Roma, que confía en las posibilidades de sus dos coches para alzarse, cuatro años después, con la victoria.
