La isla mediterránea, en la antigüedad guarida de Afrodita, la diosa del amor, vuelve al Mundial de Rallyes después de dos años de ausencia. Esta ausencia se debía en particular, a las quejas de las marcas y pilotos respecto a sus tramos destroza-coches.
Loeb quiere su 50ª victoria
En efecto al pasar repetidamente por los tramos o partes de los tramos, las ya de por sí duras pruebas especiales, se convertían en machaca-coches. Estos, si terminaban el rallyes estaban con sus chasis torcidos y era fácil verlo en los techos, que formaban “aguas", ondulaciones, prueba de que las carrocerías estaban retorcidas. Por tanto un coche que terminaba en Chipre tenía ya poco futuro, porqué había que montar una carrocería nueva. De ahí las protestas de los pilotos y marcas, por lo carísimo que resultaba participar en esa isla. Por otra parte, Chipre dividida entre las comunidades greco chipriotas y turco chipriotas, no han firmado aún la paz, tras la invasión de la parte norte de la isla en 1974 por el ejército turco. Aunque Grecia y Turquía formen parte de la OTAN, Chipre sigue siendo un punto de fricción entre estos dos estados y en el mismo seno de la Unión Europea.Comercialmente, el rallye tiene un impacto muy reducido, ya que la isla está habitada por menos de un millón de personas y aún no se puede pasar libremente de una parte a otra de la isla. Por ello, las marcas apoyaron no ir a Chipre. Sin embargo la FIA insistió en ir, y se programó de nuevo el rallye con un formato diferente. Más liviano, pero, colmo de los colmos, mucho más costoso en un momento de crisis, en el que todos quieren hacer economías. Para que el rallye fuese más suave, se montó una primera larga etapa de asfalto, seguida de una de tierra y un último día con una cortísima etapa de solo 3 tramos. Este formato mixto de tramos de asfalto y tramos de tierra, aumentaba el costo del desplazamiento, ya que los equipos debían llevar dos tipos de suspensiones y dos tipos de frenos, más dos tipos de ruedas. La FIA no había caído en ello y cuando lo hizo, tomó una medida salomónica, más dictada por la ignorancia, que por la previsión y el conocimiento: Decidió que se disputasen los tramos del primer día en asfalto, con la suspensión y las ruedas de tierra. Ni cortos, ni perezosos….Este novísimo formato, que se desarrolla así por primera vez en la historia del Mundial, al principio aterrorizó a los hombres de Pirelli, que tuvieron que montar unas pruebas en Alicante con Dani Sordo y Citroën, para ver como se comportaban las Pirelli de tierra en el asfalto. Afortunadamente fueron bien, aunque los pilotos y el primero Loeb, protestaron: “No es un tema correcto correr con ruedas de tierra en asfalto, ya que aunque los coches derrapen más, no sabemos la resistencia de las gomas, sobre todo si hace mucho calor. Lo correcto es correr con ruedas, frenos y suspensiones de asfalto en asfalto y con todo lo de tierra, en la tierra; lo demás son apaños…"Finalmente en un nuevo duelo entre Citroën y Ford que ha probado durante mil kilómetros en esas características mixtas, será que el rallye se verá falseado. Si se termina arriba el viernes en el asfalto, al día siguiente se tiene que salir en primera posición en la tierra, barriendo la carretera y limpiándola para los siguientes participantes. Por tanto, no es útil ser muy rápido el viernes. Loeb no escondía su deseo de lograr en la isla la 50ª victoria de su impresionante palmarés: “Mi táctica será que como no puedo vigilar lo que hacen los pilotos que salen detrás mía, correr al máximo la primera etapa, para tener un margen y luego intentar no perder mucho en los dos días de tierra…", comentaba el as francés. En cuanto a Dani Sordo, el cántabro no escondía su preocupación de correr en esas condiciones, puesto que pese a que conoce bien el C4 WRC en asfalto, tan solo ha participado en una ocasión en Chipre y no conoce el trazado como muchos de sus adversarios.