Estamos viviendo días bastante fríos en España. Estamos en enero, ninguna novedad. Pero lo que sí puede ser una novedad es que nuestro coche, habitualmente en el garaje, sufra una dura helada en estos días de vacaciones para muchos. La cara que se te queda cuando ves tu coche completamente helado y no tienes con qué quitarlo sí que va a ser una novedad.
Mejor prevenir antes de que aparezca el hielo
Y así no tendrás que curar. Quienes están habituados a frotar el hielo de su coche por la mañana seguro que no tienen tantos problemas o, al menos, no les faltan herramientas. Pero es posible que si normalmente guardas el coche en garaje y sales de viaje, tengas que evitar que le caiga una helada. Porque no tendrás con qué eliminarla.
Por ello, lo mejor (y más rápido para el día siguiente) es que cubras los cristales de tu coche el día anterior. Piensa que la visibilidad debe ser la mejor en todas las ventanillas de nuestro vehículo, por lo que no está de más que protejamos todas las ventanillas y no únicamente el parabrisas delantero.
Una manta enganchada a nuestro vehículo utilizando los marcos de las puertas es el mejor remedio, aunque también pueden ayudar unos cuantos cartones y varias capas de papel. Sin embargo, piensa que con estos últimos remedios es mucho más fácil que se vuelen nuestras protecciones.
Si el hielo te ha sorprendido
Ya no queda otra que buscar una solución. Los más experimentados seguro que tienen un rascador y una botella de anticongelante en el maletero del coche. Los menos experimentados… tampoco está de más que incluyan un rascador en el maletero. Es barato y seguro que te acaba sacando de más apuros que muchas cosas inservibles que mantenemos en el maletero durante meses.
Si de todas maneras no tienes rascador, lo primero pon la calefacción lo más fuerte que puedas para ayudar a calentar el interior del vehículo y, así, templar el parabrisas para que sea más cómodo de limpiar. Si tienes alguna tarjeta en tu cartera que no utilices (mejor reservar las de crédito como última opción) puedes empezar a rascar con ellas, aunque si la capa de hielo es gruesa, te llevará un buen rato.
Para aligerar la situación, siempre que no tengas líquido anticongelante, echa un poco de agua tibia por el parabrisas, poco a poco y de manera uniforme. Y no te pases con la temperatura de la misma, ya que puede ser peor el remedio que la enfermedad. El hielo también puede ayudar, aunque necesitarás grandes cantidades si hay mucho hielo.
Qué no debes hacer para quitar el hielo
Recuerda que el hielo puede romper el cristal de nuestro coche si no hacemos las cosas con cuidad o puede dejarnos marcas irreparables. Nunca derrames grandes cantidades de agua caliente excesivamente deprisa. Ni se te ocurra tirar un cubo de agua demasiado caliente al parabrisas, ya que el cambio de temperatura puede provocar grietas o, directamente, hacer estallar el cristal.
Tampoco utilices sal por imitación al uso que se le da en la carretera. La sal es muy útil para evitar que se forme el hielo, pero debido a que si la frotamos por el parabrisas puede provocar importantes marcas en la superficie acristalada y que es altamente corrosiva para la carrocería, su uso está, evidentemente, desaconsejado.
Por último, en muchos foros se habla de utilizar una patata cortada por la mitad. Sí, es posible que quites el hielo, pero si tenemos en cuenta que el rastro que va a dejar en el parabrisas es igual de incómodo que llevar el coche empañado (con el añadido de no poder utilizar el aire acondicionado para eliminarlo) no parece el mejor remedio.