Scania y Volvo son las únicas marcas de camiones que han superado la frontera de los 700 CV y ello se explica por la necesidad de prestaciones que existe en Escandinavia a la hora de mover los tradicionales “road trains” de 64 toneladas y “timber trucks” de 90 toneladas. En nuestro país este tipo de potencias cobran sentido entre los transportistas autónomos con ganas de ostentación y quizá a la hora de mover con solvencia los nuevos megacamiones de 60 toneladas y 25,25 metros de longitud.
Es en este escenario donde para motorizar parte de su nueva generación de camiones Scania ha optado por una puesta al día de su reputado propulsor DC16 con dieciséis litros de cubicaje y arquitectura de ocho cilindros en V a 90º.
Scania S730: su motor V8
Después de que Mercedes-Benz decidiera adoptar los motores en línea para su serie Actros, tan solo Scania mantiene la arquitectura en V para los propulsores destinados al transporte convencional. El motor DC16 ofrece una potencia máxima de 730 CV a 1.900 rpm y un par máximo de 357,1 mkg entre 1.000 y 1.400 rpm, aunque se ha optimizado la geometría de las cámaras de combustión con el objetivo de elevar su rendimiento y se equipan nuevos inyectores y software de trabajo para reducir el consumo.
Dispone de dos árboles de levas, uno para cada semibloque, con culatines individuales y cuatro válvulas por cilindro. El sistema de inyección está encomendado a un sistema XPI (Extra Higth Pressure Injection) que supera los 2.000 bares de presión y que fue diseñado en colaboración con Cummins. Alcanza el rango Euro 6 a través de una combinación de los sistemas EGR, recirculación de gases que se toma de uno de los semibloques, y SCR de postratamiento de los mismos con AdBlue.
Entre sus características anotaremos el engranaje en la parte trasera de todos los accesorios, así como montar un compresor de aire “embragable” que se desconecta cuando la presión de trabajo llega a los valores requeridos. Con el fin de optimizar el consumo el alternador también trabaja en vacío cuando se completa la carga de las baterías.
Las prestaciones de esta poderosa planta motriz están sabiamente distribuidas por la caja automatizada Opticruise, que en esta ocasión presenta un interesante freno de contraeje que ayuda a sincronizar el giro del eje intermedio y del principal, solución que sirve para que los cambios se ejecuten de forma casi instantánea, evitando las pérdidas de potencia entre una velocidad y la siguiente en el momento de engranar las marchas.
También ha sido revisado su mapa electrónico para adecuarlo a las prestaciones del motor y al sistema de control de velocidad de crucero predictivo, ofreciendo varios programas de utilización y función EcoRoll que pone la caja en punto muerto cuando la cadena cinemática circula en inercia. Otra singularidad del conjunto que conforman cambio y retárder es que este último se desconecta cuando no está en funcionamiento, con el consiguiente ahorro energético y aumento de la vida útil del mismo. Como en anteriores versiones el cambio dispone de doce marchas “normales” más dos supercortas, siendo la última velocidad multiplicada u “overdrive” de 0,80:1.
El grupo diferencial de simple reducción y con una relación de 2,92:1 es el habitual que Scania utiliza en su gama pesada y está perfectamente combinado con el perfil 70R de los neumáticos y la multiplicación de la última relación de la caja de cambios. Ello permite un giro del cigüeñal de 1.150 rpm a 89 km/h.
Scania S730: sensaciones de conducción
Al volante del S730 se conjugan las sensaciones más placenteras que un conductor pueda experimentar en su trabajo cotidiano, centradas en todo lo concerniente a dominio y confort de la nueva cabina y a las prestaciones motrices de todo un campeón. Su comportamiento rutero es más que sobresaliente destacando el perfecto trabajo que realizan las suspensiones neumáticas de la cabina y del bastidor, elementos elásticos que encajan cualquier irregularidad del terreno con total nobleza.
Sus 730 CV convierten a esta máquina en un auténtico misil que ha circulado a 89 km/h en el 90% de nuestro recorrido de pruebas. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que el S730 es un camión con tan solo tres marchas operativas, 10, 11 y 12, dado que el resto son para iniciar la marcha.
Tras más de 900 kilómetros de exigente prueba la tarjeta ofrecida por este campeón presenta un sorprendente consumo total, incluido AdBlue, de 30,87 Litros/100 km a una velocidad media de 87,99 km/h. Toda una declaración de intenciones para esta camión de última generación.
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