Toyota apuesta por la automatización en la conducción y el uso de la inteligencia artificial robótica como camino para incrementar la seguridad en carretera. Aunque lejos de restringirse al ámbito del asfalto, esa misma tecnología será empleada también tanto en ampliar las opciones de movilidad de las personas, como para configurar auténticos asistentes personales a domicilio.
Son las conclusiones del libro blanco que Toyota ha elaborado para comunicar los últimos avances en el desarrollo de tecnologías de conducción automatizada. Este enfoque se ve reflejado en la página www.automatedtoyota.com y en cuanto a la conducción autónoma presenta una doble vertiente, como son las funciones Guardian y Chófer.
Como sus nombres indican (Guardian y Chófer), los dos modos diferentes desarrollados por Toyota tienen un enfoque complementario y en dos órdenes temporales diferentes, si bien están siendo evolucionados a partir de una única y nueva plataforma de pruebas. Ésta ha recibido una importante evolución en lo que a modelos informáticos de aprendizaje tiene que ver, con algoritmos que le permitirían «aprender» de conductores expertos y ofrecer asesoramiento a los noveles. Por ello, la plataforma de Toyota ha recibido una nueva estructura informática más rápida, eficiente y precisa con mayor capacidad para detectar objetos, con mayor velocidad de proceso. Así ahora puede ofrecer datos sobre la vía como señalización de la vía e incluso reconocer objetos en movimiento y el tipo de obstáculo que representan.
La plataforma de conducción autónoma 2.1 de Toyota
La nueva plataforma experimental de conducción autónoma de Toyota incorpora un nuevo sistema de detectores de alta fidelidad con mayor cantidad de puntos de identificación que le permite ahora reconocer objetos tridimensionales. Esos datos son utilizados posteriormente en conjunción con los algoritmos de advertencia y control en los dos modos Guardian y Chófer por los que apuesta Toyota en su propuesta de conducción autónoma.
En el modo Guardian, el ser humano mantiene el control de vehículo tutelado por el sistema electrónico que analizaría posibles situaciones de riesgo y actuaría en consecuencia emitiendo señales acústicas al conductor si éste perdiera concentración o se durmiera, e incluso llegaría incluso a actuar en caso de que fuese preciso para evitar una posible colisión. El modo chófer, por su parte, es la versión de Toyota del nivel de autonomía 5 en el que todos los ocupantes del vehículo pasarían a convertirse en pasajeros y el vehículo se mantendría en todo momento como un ente de circulación autónoma.
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