A todos nos ha surgido la duda de si son más interesantes unos faros de led frente a los clásicos halógenos, y si merece la pena la inversión extra que supone frente al faro tradicional. En este caso la inversión para poder acceder a este tipo de iluminación, no sería sólo para ella, sino que en el Nissan Qashqai entra dentro de un paquete de equipamiento y concretamente en el más completo para este modelo, el acabado Tekna Premium.
Primero hemos de aclarar que las conclusiones de esta comparativa entre unos faros led y halógenos, son representativas solo en este modelo concreto y para esta generación del Nissan Qashqai. La tecnología de los faros de led es todavía muy reciente por lo que hay una evolución constante y varios niveles de complejidad técnica que hacen que cada faro sea un caso diferente por lo que las variaciones pueden ser enormes.
Para la realización de la prueba hemos dispuesto de dos unidades de Qashqai, una con los faros halógenos y otra con el equipo de faros que Nissan denomina Bi LED. En el primer caso se trata de dos ópticas con bombilla halógena, la externa para luz de cruce y la interna para luz larga. La misma disposición se utiliza para los faros Bi LED con apariencia externa bastante similar, pero con ópticas diferentes exclusivas para los ledes. En el campo de los faros de led nos encontramos con diferentes niveles de complejidad, pero en el caso de este faro se trata de un faro bastante sencillo, en el que los ledes permanecen fijos y no varían con la velocidad, o cambio de luz corta a larga.
Ninguno de ellos es perfecto, porque cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. Y el caso, es que con luces cortas, si no fuera por el corte tan radical que se produce en el límite de la zona iluminada, dando la sensación de llevar las luces bajas, los ledes serían claramente mejores. Así, si analizamos simplemente la claridad, y el campo de iluminación de las cortas, los ledes son superiores tanto por luminosidad, como por ofrecer una mayor anchura de haz, y un poco más de fondo en los extremos de la zona iluminada. Pero si tenemos en cuenta el estrés que produce la sensación de que tras donde acaba la luz, hay oscuridad absoluta, algo cambiaría esta valoración.
En nuestra opinión, se trata de una situación que puede no compensar, si viajamos a menudo de noche, y tenemos que circular mucho tiempo con las luces cortas, percepción que sin embargo se pierde, si hay luna llena, o si vienen coches de frente que atenúen el contraste luz-oscuridad. Esta situación la puedes observar bien en los videos que grabamos en las pruebas en la que nos cruzamos con coches de frente, o hay luz en el ambiente donde se diluye el contraste de la luz blanca con el negro del asfalto. Por otra parte, en la grabación de la iluminación en la autovía cuando el vehículo está detenido en total oscuridad, se observa el corte tan radical de luz en el faro de led. Esta situación es la que por ejemplo se nos puede dar en una autovía o autopista cuando llevamos la luz de cruce para evitar deslumbrar al vehículo que viene de frente, y en la que estamos deseando que pase el vehículo, para rápidamente encender la luz larga y poder ver lo que tenemos delante.
Otra cosa muy diferente y claramente contundente, son las mejores cualidades de los ledes para la luz larga. El mayor alcance, luminosidad y claridad, junto con un haz más ancho sobre todo en la zona complementada por la luz corta, le dan una clara ventaja para poder ver mejor los márgenes e inmediaciones de la carretera, y reconocer mejor las señalizaciones, y reflectantes del fondo del haz.
Al margen de esto, el Qashqai también ofrece una opción muy interesante disponible en el acabado ‘360’, que es el sistema automático de activación de luces largas a cortas o viceversa. Es la opción que más nos ha convencido, y para nosotros lo más aconsejable sin duda ninguna, ya que siempre, y sin intervención nuestra, nos va a ofrecer el máximo de iluminación en carretera. Qué pena que Nissan no combine esta opción con los faros Bi LED.
