Prueba: Nissan Qashqai 1.2 DIG-T, ¿servicios mínimos?

Acaba de estrenar nueva generación, pero vuelve ya a ser el SUV más vendido del mercado. Si crees eso sí que sólo de Diesel vive el Nissan Qashqai, hoy probamos el nuevo y pequeño motor 1.2 turbo de gasolina con el que arranca su gama. Es el más barato, pero cuenta ya con toda su tecnología y equipamiento.

Jordi Moral. Twitter: @jordimoralp

Prueba: Nissan Qashqai 1.2 DIG-T, ¿servicios mínimos?
Prueba: Nissan Qashqai 1.2 DIG-T, ¿servicios mínimos?

No podrás tener este Qashqai con tracción total. Claro que tampoco el 1.5 dCi. Hoy Nissan reserva su versión 4x4 sólo para el Diesel superior, un 1.6 dCi de 130 CV. Pero es la única renuncia (y sus ventas te aseguro que son testimoniales) que deberás tener en cuenta si apuestas a la compra de este Qashqai gasolina de acceso. Y es que, contra o habitual, Nissan no se limita aquí a cubrir el expediente para anunciar bajos precios de partida o asegurar coches de flotas.

 

Olvídate por tanto en este Nissan Qashqai de entrada de veteranos motores de gasolina atmosféricos, como ofrecen por ejemplo casi todos sus rivales y como era su 1.6 de la anterior generación: hoy se abre a cambio paso con un moderno propulsor turbo, de baja cilindrada (1,2 litros) y 115 CV de potencia, montado ya por Renault en Mégane, Scénic, Grand Scénic y Captur… y también por Dacia en su Duster, el único SUV, junto a un Skoda Yeti 1.2 TSi también sobrealimentado, que se atreve hoy a tanto. Y olvídate también de su habitual asociación a acabados básicos que te obligan a renunciar a muchos elementos imprescindibles de confort y seguridad para “obligarte” a elegir una motorización superior: ya llega aquí con todo el arsenal de equipamiento de Nissan, que es muy abundante en esta segunda generación del Qashqai.

 

Ya en todas las versiones, el Qashqai ofrece lo que Nissan denomina Chasis Control. Tiene un umbral de actuación más temprano que el ESP (también, claro, de serie) y mediante frenadas selectivas en cada rueda intenta corregir la trazada (imita un diferencial de deslizamiento limitado), así como el balanceo y el cabeceo de carrocería. Además, en este nivel superior Tekna, también vienen de fábrica los faros Bi-led, un sistema anticolisión, el control de carril y ángulo muerto, el detector de fatiga, el reconocimiento de señales, la cámara de visión 360º, el aparcamiento asistido, el navegador y hasta el techo panorámico. Quien no quiera tanto, de los aproximadamente 26.000 € de este Qashqai podemos pasar a los menos de 21.000 del acabado básico Visia, además de Chasis Control y ESP, ya con 6 airbags, control de crucero, aire acondicionado, Bluetooth, USB y control de presión de neumáticos. ¿Necesitas mucho más?

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Motor honorable

Ya vemos lo mucho que ofrece en equipamiento, y que se suma hoy además a un interior con un gran salto en calidad, diseño y visualización, contando por fin con una muy buena pantalla de alta resolución y 7 pulgadas en la consola central. Así que volvamos al motor, que en esta versión de acceso es lo realmente interesante. El 1.2 DIG-T cuesta, además, hasta 1.600 € menos que el 1.5 dCi a igual equipamiento, por lo que sólo teníamos ya que comprobar si este gasolina puede o no ser suficiente. Tacada de prestaciones, días intensivos de rodaje… y, al final, sensaciones encontradas.

 

Primer apunte: el 1.2 turbo coge de inmediato temperatura y, con una 1ª marcha bastante cortita, tiene desde luego buena salida. Muy rápido te vas dando cuenta de su finura, de su constancia en el empuje entre 2.000 y 4.000 rpm (aunque por abajo y por arriba sí notes aquí también la escasez de cilindrada) y de su buen agrado de uso. Tienes incluso más par motor que con el 1.2 TSi de 105 CV del grupo VW y se mueve francamente bien por ciudad.

 

Claro que llega el segundo apunte: en carretera tiene más dificultades. Con su nueva plataforma, el Nissan Qashqai pesa hoy 40 kg menos, pero los más de 100 kg que sigue aportando frente a, por ejemplo, un Renault Mégane donde también se monta este motor (y en el que nos sorprendió por su gran rendimiento) empiezan ya a acusarse. No es que eches en falta aquí mucha más potencia, pero sí te ves obligado a estar más rápido y a anticiparte mejor al cambio de marchas para no verte colgado en adelantamientos o frenadas repentinas, pues además este Qashqai 1.2 DIG-T cuenta hoy con desarrollos de cambio casi tan largos como los del anterior Nissan Qashqai 1.6 dCi de mucho más par y bajo régimen. Y también, como hemos dicho ya, cuenta con una electrónica activa (el Chasis Control) que sientes también cómo continuamente “toca frenos” selectivamente para otorgarle más estabilidad y agilidad… y que lo consigue.

 

Todo esto en los actuales 1.5 y 1.6 dCi del nuevo Nissan Qashqai no supone ningún problema, pero al límite ya de potencia y par como en este más modestos gasolina 1.2 DIG-T cuesta más recuperar. Cierto también que para eso está el cambio de marchas (y resulta muy preciso), pero, en tan pequeño motor turbo, acabas a su vez castigando mucho los consumos, viendo ya en su ordenador como de 7 l/100 km de media empezarás a superar fácilmente así los 10. Es decir, casi un 50% real más que el 1.5 dCi.

 

Tampoco te recomiendo en este nuevo Nissan Qashqai los grandes neumáticos opcionales de 19 pulgadas que puede llegar a montar, y que generan aún más lastre en la rodadura. Por tanto, por ahí puede que, según cómo y por dónde te muevas, este 1.2 DIG-T no llegue a compensarte. Porque no hay duda que, en todo lo demás (confort de suspensiones, buen tacto de dirección, gran aislamiento en carretera, muy buen comportamiento dinámico y alto nivel de equipamiento), en este Nissan Qashqai de acceso estarás, sin duda y como en el resto de versiones, ante uno de los coches más interesantes hoy del mercado. Y encima no a precio de SUV, sino “a precio de compacto alemán”… como le gusta reiterar a Nissan.