1. Los airbags son bolsas de tejido, fibra sintética de poliamida o nailon, que se llenan de nitrógeno en el momento en que los sensores dispuestos en el vehículo (pequeñas bolas de acero que, al moverse, cierran un circuito eléctrico) los disparan a partir de registrar impactos de 3 g.
2. Además del estampido que produce el encendido del sistema pirotécnico, tras su inflado queda en el aire del habitáculo un polvo blanquecino: es el talco que facilita el desplegado del tejido del airbag, pues este mineral (el de menor dureza en la escala de Mohs) evita que se quede pegado.
3. El objetivo de los airbags es amortiguar a los ocupantes del vehículo el impacto contra distintos elementos rígidos de su interior, como el volante, el salpicadero o el parabrisas, los cristales y pilares laterales, etc. Sólo es realmente efectivo si se usa acompañado del cinturón.
4. Los airbags reducen un 30 por ciento el riesgo de muerte respecto a los vehículos que no disponen de ellos, en los que el único elemento de retención es el cinturón de seguridad.
5. Es obligatorio que los vehículos dispongan, desde 2006, de los dos airbags frontales. Estos protegen en caso de impacto frontal a la cabeza y el tórax del conductor y el pasajero. El del primero se sitúa siempre en el núcleo central del volante; el del segundo, por lo general en el salpicadero, por encima de la guantera. En algunos coches este último también puede desplegarse desde la parte superior del techo, por ejemplo; o incluso de la zona inferior del salpicadero.
6. No sólo frontales, un coche puede tener muchos más airbags, como los laterales. Delanteros o traseros, se despliegan desde los pétalos exteriores de los asientos y amortiguan el impacto del tórax contra los laterales del habitáculo.
7. Los airbags de techo o cortina protegen la cabeza de los ocupantes de impactos contra los cristales laterales o pilares. También evitan la intrusión de objetos. Se despliegan, por lo común, desde los pilares laterales.
8. Hay otros airbags menos habituales, como el de rodilla; que protege, al inflarse bajo la columna de la dirección, a las articulaciones del conductor de impactos con el salpicadero. Mucho más exóticos son otros como el de cortina posterior, que en el Toyota iQ, se monta por detrás de los asientos traseros y se despliega a los lados y por encima de los reposacabezas posteriores en caso de alcance trasero.
9 Los airbags más raros quizá sean los que, en algunos modelos de GM, se despliegan entre los ocupantes de los dos asientos delanteros, para evitar el impacto de uno contra otro. Protegen cabeza y tórax
10. También pueden montarse airbags en los cinturones, como hacen algunos modelos de Ford, como los Mondeo, en el mercado español. Se integran en la cinta del cinturón y su trabajo es ampliar el área de sujeción en caso de impacto. Algo muy útil, sobre todo, en el caso de que lo utilicen niños, pues, al incrementar su tamaño, la superficie sobre la que se disipa la fuerza es mayor.
11. No sólo en el habitáculo, sino que también hay airbags situados en la carrocería. Es el caso de los airbags para peatones. Se despliegan bajo el capó y protegen parte del parabrisas, de modo que la cabeza de un peatón, en caso de ser atropellado, reciba menos daños.
12. Todos los airbags se hinchan por un efecto pirotécnico. Al cerrarse un circuito eléctrico, una pequeña pastilla de azida de sodio (NaN3) se descompone en milésimas de segundo y provoca una reacción química de la que resulta el nitrógeno que infla la bolsa de aire: no hay botellas de este gas inofensivo en los coches.13. El despliegue de la bolsa es muy rápido: en unos 30 milisegundos, hasta 10 más en el caso del frontal del pasajero. Y los laterales son aún más rápidos. Pero lo realmente eficaz para amortiguar el impacto es el deshinchamiento progresivo, que lleva unos 50 milisegundos. De modo que no, como ocurre en algunas películas, el airbag no se queda inflado tras un impacto, pues el gas de su interior escapara por una rejillas dispuestas en el tejido.
13. El despliegue del airbag se hace a una velocidad aproximada de 400 km/h. Es decir, a 111 m/s.
14. El airbag más grande suele ser el frontal del acompañante, que puede tener un volumen de hasta 120 litros. Los de los coches americanos suelen ser más grandes que los europeos: al otro lado del Atlántico no es obligatorio usar el cinturón y su tamaño intenta paliar esa carencia.
15. La fuerza con la que se hinchan es semejante a la de un puñetazo de un boxeador: 340 kg.
16. La primera marca que vendió uno de sus coches con un airbag, en este caso instalado en el volante, fue Mercedes: en 1981. No obstante, en 1967 ya había diseños pioneros y en 1973 se desarrollaban los más primitivos. En 1977 Bosch es quien diseña el que sería el primero instalado en un coche de producción.
17. Algunos airbags caducan, como los yogures. Pero igual que estos, que pueden comerse sobrepasada la fecha impresa en su envase, que hayan pasado 10 años (que es la vida garantizada para las primeras generaciones de airbags), no significa que no vayan a funcionar adecuadamente pasado ese tiempo. En los modelos modernos, suelen estar diseñados para durar toda la vida útil del coche.
18. Hay que revisar los airbags. Y lo normal es que esa revisión esté indicada tras los cinco años de vida del coche o tras alcanzar los 120.000 km. Por supuesto, si se activan, deben ser sustituidos: no son reutilizables.
19. Para evitar el despliegue accidental de los airbags tras un impacto, una medida común de los cuerpos de bomberos es desactivar los bornes de las baterías. Sin embargo, aunque esa medida reduce el riesgo de inflado, los airbags pueden hincharse incluso sin esa electricidad y, de hecho, los cartuchos de siguen activos. De ahí que sea indispensable conocer (especialmente en el caso de excarcelaciones) dónde se sitúan. Por eso en el vehículo pueden encontrarse marcas con las palabras «airbag» o «SRS» (sistema de retención de seguridad).
20. Conviene tener en cuenta que el airbag frontal del pasajero es incompatible con el uso de sillas infantiles, por otro lado, ocupación prohibida por las normas. No obstante, hay excepciones para esta ocupación: si el coche no tiene asientos traseros, si el resto de los asientos están ya ocupados por menores de talla inferior o igual a 135 cm o si los asientos traseros no permiten instalar el sistema de retención infantil. De situarse un niño en su silla orientada hacia atrás en la plaza del acompañante, hay que tener en cuenta sólo debemos hacerlo si es posible desactivar el airbag frontal.
21. Algunos fabricantes nipones, como Toyota, han realizado una reciente llamada a revisión reciente de sus vehículos (Corolla y Yaris) por defectos de fabricación en sus airbags. Sin embargo, no es la única marca que usa airbags de Takata, sino que también pueden encontrarse, además de en otras marcas japonesas, en modelos norteamericanos o, incluso, Ferrari. El fabricante japonés de airbags se encuentra actualmente considerando declararse en bancarrota en filiales como la de Estados Unidos y busca avales que le permitan enfrentarse a los enormes costes que suponen revisar y retirar 100 millones de unidades instaladas en vehículos, además de sobrellevar las multas millonarias.
También te puede interesar
- 34 millones de coches, a revisión por los airbags
- Así es el airbag de techo del Citroën C4 Cactus