Aunque no lo creáis, hubo un tiempo en el que los coches no tenían ABS. Ni ESP. Ni tampoco dirección asistida. ¿Cuántos brazos musculados se han perdido desde la imposición de esta última ayuda? Vale, todos nos acordamos de aquellos tiempos, pero ¿a que sería impensable no montar cualquiera de ellos en un coche actual?
De hecho, tanto el ABS como el ESP tienen que estar instalados por ley en todos los coches que se venden en Europa desde hace más de un lustro. Y lo mismo parece que va a suceder con algunos de los sistemas que vamos a mencionar a continuación, pues son simples pero de gran ayuda para la conducción, además de una herramienta muy útil para evitar accidentes por descuidos.
Adiós a los ángulos muertos: Quien ha probado esos retrovisores en los que una pequeña luz se ilumina y te avisa de que tienes un vehículo en el ángulo muerto, no volverá a los retrovisores tradicionales. Un extra de seguridad en carretera y una delicia en ciudad.
Mantenimiento de carril: La primera vez puede hacerse un poco raro. Y hasta un pequeño estorbo en carreteras muy reviradas, pero no hay ninguna duda de que el sistema de mantenimiento en el carril es una herramienta que puede salvar vidas. Y si se convierte en obligatorio, se reducirá el número de conductores que no señaliza sus maniobras con los intermitentes.
Sensores de aparcamiento: Un poco molestos al principio, sobre todo si son demasiado estridentes. Pero es raro que quien los ha probado quiera prescindir de ellos. Adiós a los pequeños golpes al aparcar o a las desagradables sorpresas por ese pequeño obstáculo que no has visto. Si va a acompañado de cámara trasera mejor que mejor.
Avisador de señales: Sencillo, efectivo y muy útil. No tengo ninguna duda de que nos parecerá imprescindible en unos años. Perfecto para que un radar no nos cace por un despiste o por pensar que la carretera por la que circulamos es más rápida de lo fijado realmente.
Frenada de emergencia: Y, por último, otro sistema de seguridad pasiva que puede sernos de gran ayuda. La frenada de emergencia nos da un extra de seguridad y confianza a la hora de circular, sabiendo que nuestro coche esta preparado para detenerse si se nos ha pasado por alto o nos ha sorprendido algo en la carretera. El ejemplo clásico, un niño que aparece por sorpresa entre dos coches persiguiendo una pelota.
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