Cazado a 276 km/h en una vía de 90 por probar un GT-R

Un joven ha sido pillado por circular a 276 km/h en una vía limitada a 90. Al ser detenido 2 km después, alegó que conducía su acompañante y que se cambiaron en ese trayecto... de 2 minutos. ¡Qué historia!

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Cazado a 276 km/h en una vía de 90 por probar un GT-R
Cazado a 276 km/h en una vía de 90 por probar un GT-R

Últimamente los Nissan GT-R parece que están de máxima actualidad… y no sólo por sus fantásticos tiempos en Nürburgring. El superdeportivo japonés no hay duda que levanta pasiones y si hace unos días conocimos que pudo ser el detonante de la pelea entre el futbolista del Atlético de Madrid Lucas Hernández y su novia, la historia que conocemos hoy y que nos cuenta la agencia Europa Press es aún más rocambolesca. No os perdáis cómo se desencadenaron los acontecimientos con un GT-R también como protagonista involuntario.

Al parecer todo ocurrió en la carretera nacional 347, entre la localidad de Viator y la capital Almería, y con limitación de velocidad máximo de 90 km/h. Allí, un radar fijo sorprendió a un Nissan GT-R circulando a nada menos que 276 km/h. Tan sólo dos kilómetros después, una patrulla de la Guardia Civil les detuvo y puso la correspondiente multa. La denuncia por un delito contra la seguridad del tráfico recogido en el artículo 379.1 del Código Penal podría acarrear una sanción de hasta 4 meses de cárcel y 3 años de retirada del carné de conducir. Hasta aquí, la noticia ya es sorprendente… pero mucho más lo que viene a continuación.

¿Probando el Nissan GT-R?

Ya en la vista oral, el acusado, que en el momento del alto de la Guardia Civil no alegó nada de consideración, se desmarcó asegurando que él en realidad no conducía el coche en el momento de la infracción. Reconoce a cambio que salió de Viator con el vehículo y su acompañante, a quien prestó precisamente el GT-R “para que lo probara”. El supuesto infractor señala ahora que únicamente veía la carretera, sin saber a la velocidad a la que circulaban. Cuando detectó que el radar les había cazado, bajaron la velocidad y se intercambiaron supuestamente las posiciones, siempre eso sí asegura en una zona de olivos en el arcén. De ahí que le pillara a él la Guardia Civil.

Sin embargo, los agentes han podido certificar el tiempo transcurrido entre la captación de la infracción en la carretera y el alto dado por la Guardia Civil unos dos kilómetros después… y únicamente pasaron dos minutos. La Fiscalía considera ahora pues inverosímil que el coche se detuviera en ese tiempo y que los pasajeros intercambiaran posiciones.

El juicio, de momento, queda visto para sentencia. La fotografía con la infracción del GT-R a 276 km/h salió bien según indican las mismas fuentes, aunque no se puede apreciar con claridad quién era el conductor en ese momento. Lo dicho, una historia cuanto menos rocambolesca.

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