Volkswagen Golf 2.0 TDI 4Motion

La llegada de la tracción total al Golf enriquece a un modelo ya de por sí prestigioso. Probamos el 2.0 TDI 4Motion para demostrártelo.

Volkswagen Golf 2.0 TDI 4Motion
Volkswagen Golf 2.0 TDI 4Motion

La gama Golf crece con la llegada de las versiones con tracción total, aunque sólo están , por el momento, asociadas a motores Diesel. El protagonista de nuestra prueba, aparte de llevar tracción a las cuatro ruedas, equipa la mecánica de gasóleo más potente, por lo que la combinación no puede ser más beneficiosa. El Golf se ha hecho más terrenal. Antes era un icono que simbolizaba poder o status social, mientras que ahora, aunque tiene un precio que no se puede definir como contenido, es sólo algo más caro que sus principales rivales en el segmento, como Opel Astra, Alfa 147 o Ford Focus. Sin embargo, frente a éstos, incorpora algunos elementos distintivos. Este es el caso de la tracción a las cuatro ruedas, denominada 4Motion para los modelos de Volkswagen.La inclusión de este sistema tiene una serie de pros y de contras, que el potencial comprador ha de evaluar antes de adquirir este Golf. El primer argumento en contra es el precio. Un Golf 4Motion cuesta 1.680 euros más que su equivalente en motorización y equipamiento con sólo dos ruedas motrices. El consumo es algo mayor, aunque las diferencias que ha obtenido nuestro Centro Técnico son marginales: 0,2 litros a los 100 km en la media ponderada. Otra razón que puede hacer que nos decantemos por un Golf sin tracción total es la merma que se produce en el espacio de carga del maletero. Éste, según nuestras mediciones, pierde 105 litros de capacidad, y se queda en 295 litros, una medida algo justa para un vehículo de estas características. Pierde ante todos sus rivales y sólo supera al Alfa 147, que tiene 280 litros de capacidad. Por lo demás, el conjunto pesa algo más, aunque es una cifra mínima que no tiene apenas repercusión en las prestaciones del compacto alemán. Pero no todos son peros. Hay aspectos que pueden hacer que nos decidamos por la tracción total. El primero de ellos es la mayor seguridad que otorga al conjunto, algo que se deja notar sobre todo a la hora de circular sobre terrenos resbaladizos o mojados. De esta manera, en muchos concesionarios, recomiendan optar por la tracción integral si se va a conducir regularmente por zonas del norte de la Península o regiones especialmente lluviosas. Nosotros no vamos a ser tan radicales, ya que creemos que la inclusión de cualquier elemento de seguridad es positiva y puede hacernos falta en algún momento, independientemente de la zona geográfica por la que nos movamos. Aparte, se mejora el comportamiento en arrancadas o en aceleraciones a fondo. Con un tracción delantera, el enorme par que ofrece en el Golf el 2.0 TDI de 140 CV hace que en algunas ocasiones las ruedas patinen. Esto no ocurre con este 4Motion, en el que no se desperdicia ni una pizca de par. Finalmente, hay que citar que el depósito de combustible aumenta 5 litros, hasta alcanzar los 60, con lo que se ganan del orden de unos 80 km en autonomía, hasta alcanzar los 845 km.Una vez analizado esto, volvemos a plantearnos la pregunta de si merece la pena optar por la tracción total o no. En nuestra opinión, si tenemos el dinero para adquirir este elemento, debemos agregarlo a nuestro Golf. Los 1.680 euros (menos de 300.000 de las extintas pesetas) extra que hay que desembolsar no nos parecen una cantidad tan prohibitiva para alguien que tiene la idea de gastarse cerca de 24.000 euros en un automóvil. La gama Golf crece con la llegada de las versiones con tracción total, aunque sólo están , por el momento, asociadas a motores Diesel. El protagonista de nuestra prueba, aparte de llevar tracción a las cuatro ruedas, equipa la mecánica de gasóleo más potente, por lo que la combinación no puede ser más beneficiosa. El Golf se ha hecho más terrenal. Antes era un icono que simbolizaba poder o status social, mientras que ahora, aunque tiene un precio que no se puede definir como contenido, es sólo algo más caro que sus principales rivales en el segmento, como Opel Astra, Alfa 147 o Ford Focus. Sin embargo, frente a éstos, incorpora algunos elementos distintivos. Este es el caso de la tracción a las cuatro ruedas, denominada 4Motion para los modelos de Volkswagen.La inclusión de este sistema tiene una serie de pros y de contras, que el potencial comprador ha de evaluar antes de adquirir este Golf. El primer argumento en contra es el precio. Un Golf 4Motion cuesta 1.680 euros más que su equivalente en motorización y equipamiento con sólo dos ruedas motrices. El consumo es algo mayor, aunque las diferencias que ha obtenido nuestro Centro Técnico son marginales: 0,2 litros a los 100 km en la media ponderada. Otra razón que puede hacer que nos decantemos por un Golf sin tracción total es la merma que se produce en el espacio de carga del maletero. Éste, según nuestras mediciones, pierde 105 litros de capacidad, y se queda en 295 litros, una medida algo justa para un vehículo de estas características. Pierde ante todos sus rivales y sólo supera al Alfa 147, que tiene 280 litros de capacidad. Por lo demás, el conjunto pesa algo más, aunque es una cifra mínima que no tiene apenas repercusión en las prestaciones del compacto alemán. Pero no todos son peros. Hay aspectos que pueden hacer que nos decidamos por la tracción total. El primero de ellos es la mayor seguridad que otorga al conjunto, algo que se deja notar sobre todo a la hora de circular sobre terrenos resbaladizos o mojados. De esta manera, en muchos concesionarios, recomiendan optar por la tracción integral si se va a conducir regularmente por zonas del norte de la Península o regiones especialmente lluviosas. Nosotros no vamos a ser tan radicales, ya que creemos que la inclusión de cualquier elemento de seguridad es positiva y puede hacernos falta en algún momento, independientemente de la zona geográfica por la que nos movamos. Aparte, se mejora el comportamiento en arrancadas o en aceleraciones a fondo. Con un tracción delantera, el enorme par que ofrece en el Golf el 2.0 TDI de 140 CV hace que en algunas ocasiones las ruedas patinen. Esto no ocurre con este 4Motion, en el que no se desperdicia ni una pizca de par. Finalmente, hay que citar que el depósito de combustible aumenta 5 litros, hasta alcanzar los 60, con lo que se ganan del orden de unos 80 km en autonomía, hasta alcanzar los 845 km.Una vez analizado esto, volvemos a plantearnos la pregunta de si merece la pena optar por la tracción total o no. En nuestra opinión, si tenemos el dinero para adquirir este elemento, debemos agregarlo a nuestro Golf. Los 1.680 euros (menos de 300.000 de las extintas pesetas) extra que hay que desembolsar no nos parecen una cantidad tan prohibitiva para alguien que tiene la idea de gastarse cerca de 24.000 euros en un automóvil.