Los diseñadores de Volkswagen han querido transmitir una imagen bastante diferenciada respecto al Golf, y por ello han recurrido a un frontal con un aspecto más exclusivo en el que los faros y el capó reciben mayor protagonismo. También el interior responde a un estilo más elegante y selecto, manteniendo la disposición de los mandos e instrumentos. Se ha realzado el salpicadero con unas inserciones de madera en la consola central y en los paneles de las puertas y ha sido equipado con algunos elementos de lujo y funcionalidad, como el limpiaparabrisas automático, retrovisor interior fotosensible, sistema de control de tracción, ordenador de viaje, check control o los dos asientos delanteros con regulación en altura. No obstante, resulta sorprendente que en un modelo que pretende situarse entre los elegidos y que tiene un precio muy elevado, el climatizador automático o el control de estabilidad sean elementos opcionales. Lo que sí ofrece es un excelente puesto de conducción, en el que se pueden regular la altura del asiento y la distancia e inclinación del volante. Como suele ser habitual en el segmento de los compactos de tres volúmenes, las plazas posteriores no destacan por disponer de mucho espacio para las piernas, pero los asientos son cómodos y cuentan con reposabrazos central abatible. Lo mismo ocurre con el acceso para la carga del maletero, de excelente capacidad, pero insuficiente boca de carga. En caso de necesidad pueden ser abatidos los asientos posteriores, con función de bloqueo mediante cerradura para evitar su apertura desde el interior. El equipamiento que ofrece de serie es bastante completo, pero el elevado precio de esta variante -disponible únicamente en acabado Highline- hace que nos planteemos la opción de subir de categoría, aunque tengamos que renunciar a algo de equipamiento. Un claro ejemplo de ello es el Passat, que, con idéntica mecánica en acabado Comfortline, cuesta 80.000 pesetas menos. Aunque sobre gustos…
Volkswagen Bora Highline 1.9 TDI 115
Con la incorporación del motor TDI de 115 CV y la caja de seis velocidades, el Volkswagen Bora se sitúa en lo más alto de la categoría. Gracias a la nueva mecánica logra unas prestaciones brillantes con un consumo mínimo y ofrece notable comodidad de marcha, pero su precio resulta excesivamente elevado.
