El Toyota Yaris GRMN es un coche muy importante para Toyota a pesar de que va a ser un deportivo muy exclusivo del que solo habrá cuatrocientas unidades producidas para Europa, bastantes menos para Japón. Desde hace años Toyota había ido desechando los deportivos con una gama de coches que no destacaba sino por su aspecto razonable, su reputación de fiabilidad (a excepción del peculiar GT86) y su tecnología híbrida.
Y aunque Toyota llegara a ser el primer constructor mundial, algo le faltaba. Es lo que ha sabido ver Akio Toyoda, presidente de Toyota desde 2009 e impulsor de una nueva forma de entender el automóvil, con la pasión como motor. Ha impulsado proyectos como el regreso de Toyota al Campeonato Mundial de Rallys este mismo año 2017 y la producción de coches deportivos. El Yaris GRMN es el punto de partida para crear vehículos aspiracionales que sean el nexo de unión entre los coches de competición y los modelos de calle, para que los Toyota vuelvan a suscitar pasión entre los fans.
Las siglas GRMN, que no nos suenan en Europa, son famosas en Japón donde cinco modelos las lucen ya. El Toyota Yaris va a ser el primer coche construido en Europa, en la planta francesa de Valenciennes, que las incorpore y que sea exportado a Japón. GR viene de “Gazoo Racing” (que es como se denomina la estructura de competición de Toyota que engloba tanto el Campeonato Mundial de Resistencia –WEC- como el de Rallys –WRC-) y MN por “Meister of Nürburgring” o sea Maestros del Nürburgring, refiriéndose al antiguo trazado conocido como Nordschleife. El modelo lo realiza el equipo de competición y lo pone a punto los pilotos japoneses expertos del mítico circuito… Una denominación tan prometedora como ambiciosa.
Conocemos el Toyota Yaris GRMN
A pocos metros del viejo Nürburgring, en un edificio discreto y modesto en extensión, está el taller de Toyota donde ponen a punto los deportivos de calle. Gazoo significa en japonés garaje deportivo, nos explican al llegar y darnos la bienvenida en este emblemático lugar. Dentro del taller, un Yaris GRMN en su fase definitiva aguarda en el párking, pero los coches de prueba van camuflados… y los que podéis ver en las fotos. Blanco con techo negro, amplia calandra en nido de abeja, llantas BBS de 17 pulgadas que dejan ver una gran pinza de frenos con cuatro pistones de color blanco, spoiler y extractor trasero, escape central y adhesivos con los colores del Gazoo Racing: el pequeño Toyota no es discreto pero tampoco impresiona.
En su interior podemos ver volante deportivo, instrumentación acorde, pedales y pomo de aluminio y dos preciosos baquets revestidos de tela Ultrasuede (alcántara).
Por debajo de la piel está todo el trabajo realizado para transformar el Yaris en deportivo, con un chasis reforzado, amortiguadores Sachs Performance, muelles rebajados de 30 milímetros y un 63 por ciento más duros, estabilizadora con mayor diámetro y barra entre torretas de amortiguadores.
El motor es un bloque de 1,8 litros de cilindrada elegido por su altura reducida y porque sus piezas internas aguantan sin modificaciones la sobrealimentación a cargo de un compresor compacto que incluye el intercooler. La tecnología viene de la colaboración con Lotus, que para el modelo Elise recurre a la misma solución. Como el espacio bajo el capó del Yaris es inferior al del Elise, se ha modificado la admisión para ganar en compacidad y también se ha añadido un radiador de aceite. También se ha mejorado la inyección e instalado una centralita específica. Han sido sólo unas pocas vueltas en Nürburgring, pero prometer, promete.
También te puede interesar:
Toyota C-HR: las claves de su gran éxito
Toyota, la marca de coches más valiosa de 2017