Toyota GT86 2017: prueba y vídeo del deportivo asequible

El deportivo con mejor relación entre comportamiento y precio se renueva. Así es el nuevo Toyota GT86, muy interesante para todo amante de la conducción.

Daniel Cuadrado . Twitter: @DanielCuadradoT.

Toyota GT86 2017: prueba y vídeo del deportivo asequible
Toyota GT86 2017: prueba y vídeo del deportivo asequible

El Toyota GT86 es un coche puro, de los más puros que hay en la actualidad. No es un automóvil de masas y tampoco pretende ser un superventas. Tiene todo lo que un amante de la conducción necesita: ligereza, deportividad, apariencia, velocidad y con una relación entre el precio y la diversión muy buena. Y sin embargo se vende poco… ¿Por qué? Nació en 2012, en plena crisis, algo que afectó principalmente al público más joven al que iba dirigido. Se vendieron 170.000 unidades en todo el mundo, de las cuales tan sólo 17.000 se despacharon en Europa; en España el año pasado se vendieron 40. Parte del público que no entendió su concepto de coche poco potente, si es que 200 CV se puede considerar poco, o al menos que no tuviese turbo. Su creador Tetsuya Tada me lo dejó bien claro cuando tuve la oportunidad de conducirlo como prototipo en 2011: el GT86 no tendrá turbo, ni tampoco un gran peso o una adherencia extrema. Su filosofía es la de ofrecer diversión a velocidad asumible y, sobre todo, a un precio aceptable.

Ahora, cuatro años después, llega el momento de renovarlo. Se podría entender que Toyota prescindiese de un modelo que no le es rentable, y eso que se vende bajo el amparo de Toyota y Subaru y, sin embargo, lejos de eliminarlo, han optado por hacer de él el abanderado de las sensaciones en la marca. Directivos de la misma me confesaron que el objetivo es trasladar esa filosofía de diversión de un coche con alma como es el GT86 al resto de la gama. Desde un Aygo a un Prius, todos deberían tener parte de la personalidad de este coche, y se han centrado en que la nueva arquitectura TNGA sea la primera heredera. Veremos si lo consiguen porque, sinceramente, no todo en esta vida es tener un medio de transporte, también sentir algo agradable al utilizarlo es importante.

Toyota GT86

La apariencia de las imágenes no engaña, el Toyota GT86 2017 es el mismo coche. No cambia para ser diferente, evoluciona para ser mejor. Para ello en Toyota le han cambiado un poco la cara interior y exterior, lo han conectado más con su conductor y ocupantes, mejorando su comportamiento con el objetivo de ser el mismo coche. Por fuera todo lo que cambia tiene una función dinámica, no sólo estética. La estructura es la misma y son los paragolpes los que modifican ligeramente su imagen, además de ofrecer mayor apoyo aerodinámico y refrigeración. El capó es de aluminio y las aletas delanteras de un acero más fino, a fin de bajar el peso. Detrás hay un nuevo difusor más grande y el alerón tiene nuevo diseño; es más grande y gana altura, además de carga aerodinámica. Los faros son de nueva factura, con la tecnología led de serie tanto en los delanteros, que son de led en largas y cortas, como los traseros. Ya no queda ni una sola bombilla en el coche. Las llantas también se han modificado en su diseño, ahora con 10 radios.

El chasis se ha reforzado en los anclajes de los cuatro amortiguadores, ofreciendo mayor rigidez frente a la torsión, y en los soportes del diferencial, además de nuevos silentblocks. Las especificaciones de muelles y amortiguadores han cambiado, siendo ahora más firmes. De serie viene con los anteriores Showa mejorados en su fricción interna y en opción ofrece unos interesantes amortiguadores Sachs, que incluyen una válvula en su interior que varía la dureza en compresión y extensión de forma mecánica en tiempo real, sin necesidad de que el conductor intervenga por medio de ningún botón. Estos amortiguadores de momento no están confirmados en España. También lleva una barra estabilizadora más gruesa en el tren trasero, que también es opcional, para agilizar aún más la entrada en curva. El equipo de frenos se mantiene tal cual, así como la monta de neumático, que sigue apostado por la economía y una adherencia baja, una de las identidades del GT86. Mantiene tal cual el motor, que ya cumplía la normativa anticontaminante Euro 6, la caja de cambios y el diferencial autoblocante de las versiones manuales.

El interior se moderniza con nuevos materiales. El salpicadero es el mismo pero ahora forrado con piel vuelta en su parte central. Los asientos tienen un nuevo tapizado, así como los guarnecidos de puertas y laterales. El volante es nuevo, con 3 mm menos de diámetro que antes, el menor montado en un Toyota moderno, y un 10 por ciento más ligero. Cambia su diseño e incorpora los habituales botones de los multifunción. El cuadro recibe una pantalla TFT de 4,2 pulgadas, en la que podemos leer información acerca del consumo, los G’s alcanzados, la potencia y el par o el tiempo por vuelta de su nuevo cronómetro. Mantiene la información de temperatura de agua y de aceite. En la consola central el climatizador adquiere nuevos mandos y, sorprendentemente, conserva el reloj tipo Casio años 80, que hay a quien todavía le puede gustar, y lleva un nuevo sistema multimedia con pantalla táctil y navegador opcional, por 800 euros.

El control de estabilidad y tracción tienen una calibración diferente. Hay un botón denominado Track, con el que se cambia el nivel de intervención del control de estabilidad (hasta cuatro niveles diferentes), permitiendo en el modo más deportivo llegar prácticamente al límite de la cruzada sin llegar a perder el control. Esto en conducción deportiva se traduce en una asombrosa efectividad sin perder la seguridad necesaria, ya que admite un alto derrapaje antes de actuar y frenar la fogosidad del conductor. El comportamiento me sigue pareciendo de lo mejor del mercado en su nivel de potencia y precio. Sigue teniendo una precisa y obediente dirección, tracciona de maravilla y se siente la ligereza, el excelente reparto de pesos y el centro de gravedad bajo, que se suman a la mejora en la precisión de la nueva suspensión.

Toyota GT86

Ya está a la venta con un precio de 32.990 euros en versión manual y 35.990 uuros en la automática. Es de agradecer que se mantenga en el mercado un coche así, para mí la mejor escuela de conducción. Es cierto que no hay una enorme sensación de par y que su velocidad, aunque alta, no es desorbitada, pero es que precisamente su punto fuerte es la diversión que ofrece sin necesidad de una gran velocidad o potencia, justo al contrario de lo que están haciendo las marcas alemanas con su absurdo “y yo más”.

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