Skoda Octavia 1.8 TSI

Una nueva generación de motores bajo las siglas TSI, pero sin compresor volumétrico, se inician con este 1.8 de brillante rendimiento nominal —160 CV— y con un excelente resultado en consumos y en emisiones. Además, tiene un precio muy competitivo.

Skoda Octavia 1.8 TSI
Skoda Octavia 1.8 TSI

Si el apartado dinámico está plenamente garantizado con el nuevo motor, sólo queda comprobar si el chasis muestra cualidades equivalentes. No se trata de un coche nuevo y por tanto ya teníamos una idea bastante clara de lo que podíamos esperar. Lo cierto es que nos hubiera gustado probar el coche con su configuración de serie, porque mucho nos tememos que el resultado hubiera sido incluso mejor. Pero la unidad pruebas, equipada con el conjunto de suspensión deportiva, nos ha obligado a probar el coche en esas condiciones. La suspensión deportiva, implica además la monta de neumáticos 225 con perfil 45 y sobre llantas de 17 pulgadas. Lo cierto es que sobre el papel el panorama es alentador. Y en la práctica los resultados no son malos.La mayor adherencia que proporcionan los neumáticos anchos es gestionada perfectamente por los muelles y amortiguadores más firmes. El coche tiene una notable adherencia, y sobre asfalto en buen estado la inclinación de carrocería es prácticamente nula. No en vano las estabilizadoras —de 24 y 21 mm respectivamente— son bastante generosas. La actitud en estas condiciones es algo más subviradora de los deseable, cosa que sin duda agradecerá la mayoría de usuarios, por la mayor facilidad de conducción, pero que dejará un tanto “fríos" a los amantes de la conducción más deportiva. Recordemos que la versión RS anterior montaba una estabilizadora más blanda delante que propiciaba un tren trasero algo más “vivo". Sobre asfalto irregular no cambia radicalmente el comportamiento, pero sí lo hace el confort de marcha. En esas condiciones, la suspensión se vuelve más seca y se perciben pequeños rebotes en las ruedas que no favorecen precisamente la adherencia. Como resumen podemos afirmar que el coche se encuentra más a gusto en las carreteras bien asfaltadas que en las de otro orden, y los pasajeros también. En cualquier caso, siempre que nos mantengamos dentro de los límites de adherencia de los neumáticos, lo que resulta una costumbre muy saludable, el coche es muy intuitivo de conducir y muy eficaz. La respuesta del motor acorta las rectas y, en condiciones exigentes, se echa en falta una mayor potencia de frenos. Le hubiera venido “al pelo" el equipo de frenos del RS. No es nada especialmente grave, pero la frenada queda algo escasa y la resistencia al calentamiento en condiciones duras tampoco está entre sus virtudes. El precio d el Octavia TSI nos parece sumamente competitivo en su categoría. Es muy rápido, tiene un habitáculo amplio y un maletero sencillamente descomunal. El equipamiento tiene todo lo deseable, caprichos aparte, y con la ventaja de poder ser personalizado con una notable lista de opciones.

Si el apartado dinámico está plenamente garantizado con el nuevo motor, sólo queda comprobar si el chasis muestra cualidades equivalentes. No se trata de un coche nuevo y por tanto ya teníamos una idea bastante clara de lo que podíamos esperar. Lo cierto es que nos hubiera gustado probar el coche con su configuración de serie, porque mucho nos tememos que el resultado hubiera sido incluso mejor. Pero la unidad pruebas, equipada con el conjunto de suspensión deportiva, nos ha obligado a probar el coche en esas condiciones. La suspensión deportiva, implica además la monta de neumáticos 225 con perfil 45 y sobre llantas de 17 pulgadas. Lo cierto es que sobre el papel el panorama es alentador. Y en la práctica los resultados no son malos.La mayor adherencia que proporcionan los neumáticos anchos es gestionada perfectamente por los muelles y amortiguadores más firmes. El coche tiene una notable adherencia, y sobre asfalto en buen estado la inclinación de carrocería es prácticamente nula. No en vano las estabilizadoras —de 24 y 21 mm respectivamente— son bastante generosas. La actitud en estas condiciones es algo más subviradora de los deseable, cosa que sin duda agradecerá la mayoría de usuarios, por la mayor facilidad de conducción, pero que dejará un tanto “fríos" a los amantes de la conducción más deportiva. Recordemos que la versión RS anterior montaba una estabilizadora más blanda delante que propiciaba un tren trasero algo más “vivo". Sobre asfalto irregular no cambia radicalmente el comportamiento, pero sí lo hace el confort de marcha. En esas condiciones, la suspensión se vuelve más seca y se perciben pequeños rebotes en las ruedas que no favorecen precisamente la adherencia. Como resumen podemos afirmar que el coche se encuentra más a gusto en las carreteras bien asfaltadas que en las de otro orden, y los pasajeros también. En cualquier caso, siempre que nos mantengamos dentro de los límites de adherencia de los neumáticos, lo que resulta una costumbre muy saludable, el coche es muy intuitivo de conducir y muy eficaz. La respuesta del motor acorta las rectas y, en condiciones exigentes, se echa en falta una mayor potencia de frenos. Le hubiera venido “al pelo" el equipo de frenos del RS. No es nada especialmente grave, pero la frenada queda algo escasa y la resistencia al calentamiento en condiciones duras tampoco está entre sus virtudes. El precio d el Octavia TSI nos parece sumamente competitivo en su categoría. Es muy rápido, tiene un habitáculo amplio y un maletero sencillamente descomunal. El equipamiento tiene todo lo deseable, caprichos aparte, y con la ventaja de poder ser personalizado con una notable lista de opciones.