Seat Tarraco 4Drive: prueba extrema en Marruecos al nuevo SUV (vídeo)

El Seat Tarraco se ha enfrentado a las dunas y a las duras pistas rocosas de Marruecos. Equipados con el sistema de tracción total 4Drive, el buque insignia de la marca supera con éxito todas las pruebas a las que le hemos sometido.

Sylvia Longás - slongas@mpib.es

Seat Tarraco 4Drive. Pruebas extremas por Marruecos
Seat Tarraco 4Drive. Pruebas extremas por Marruecos

El Seat Tarraco puede presumir de ser unos de los SUV grandes con 7 plazas de nuestro mercado en obtener uno de los mejores resultados en nuestro Master Test realizado por la revista Autopista. Sobre las pistas del Circuito del Inta demostró ser el más preciso y con el comportamiento más deportivo de entre los siete rivales a los que tuvo que enfrentarse. El Seat Tarraco aúna la versatilidad y el confort que esperas en este tipo de vehículos y su sistema de tracción total 4Drive es una de las piezas claves en su dinamismo y polivalencia.

Por este motivo, Seat ha querido dar un paso más con su buque insignia, porque al gran SUV ya no le hace falta demostrar nada circulando sobre el asfalto. Ahora toca ponerlo a prueba en otro tipo de terrenos más radicales. ¿Y por qué no sobre las singulares pistas de tierra y piedra de Marruecos o atravesando las espectaculares dunas del desierto?

4Drive: así funciona la tracción total del Seat Tarraco

Con esta premisa, Seat ha puesto en marcha su primer “Desert Camp 2019", que ha transcurrido por la provincia de Errachidia, situada al este de Marruecos. Allí, durante dos semanas varias unidades de Seat Tarraco, equipadas con el sistema 4Drive, se han sometido a las exigencias de las dunas y las abruptas montañas del norte de África.

El sistema de tracción integral 4Drive del Tarraco cuenta con un embrague tipo Haldex de última generación. Se trata de un sistema de tracción inteligente que, además de repartir el par entre cada eje, puede controlar el que llega a cada rueda de forma independiente para disponer siempre de la máxima capacidad de tracción. El Seat Tarraco, al moverse en ciudad o carreteras bien pavimentadas, en condiciones normales de adherencia, funciona como un coche de tracción delantera, evitando así las fricciones innecesarias de transmisión, con lo que se reduce el consumo de combustible. Pero cuando detecta falta de adherencia, el sistema 4Drive, controlado por un embrague multidisco y unidad de control electrónico de última generación, conecta automáticamente el diferencial trasero al delantero en milisegundos.

De esta forma el eje posterior varía el par que le llega según las condiciones del firme y lo que se le exija desde el acelerador para que el Seat Tarraco pueda disponer de la adherencia necesaria en cada momento, manteniendo un control uniforme sobre las cuatro ruedas para adaptar su dinamismo de manera eficiente a cada situación.

Seat Tarraco 4Drive. Pruebas extremas por Marruecos

Seat Tarraco 4Drive. Pruebas extremas por Marruecos

En concreto, el sistema 4Drive puede ajustar el par que llega a cada eje y repartirlo de forma equilibrada entre ambos hasta un 50:50 por ciento. Además permite variaciones en el reparto de par entre las ruedas de uno u otro lado, de forma que puede incluso enviar la mitad de la potencia total a una sola de las ruedas posteriores, apoyándose en el sistema electrónico EDS a través de los frenos, sistema que bloquea la rueda que patina en favor de su contraria, como bien pudimos comprobar durante la ruta off road.

Recordemos que el sistema de tracción total está disponible en el Seat Tarraco en la versión de gasolina de 2 litros de 190 CV y en las variantes Diesel de 150 y 190 CV, todas equipadas con el cambio DSG de 7 relaciones. Todos los Tarraco cuentan con tres modos de conducción, Eco, Normal y Sport. Las versiones 4Drive añaden además los modos Snow y Off Road, específicos para nieve y circulación fuera del asfalto, y que debemos activar dependiendo de las condiciones del terreno.

El Seat Tarraco 4Drive, por las dunas del desierto

Para esta aventura “Desert Camp 2019" de Seat, los Tarraco se han equipado con neumáticos Michelin Latitude con medidas 235/55R18, perfectos para enfrentarse a los diferentes terrenos que hemos atravesado.

A la hora de movernos por las dunas, bajamos la presión de los neumáticos del Tarraco de 2,8 a 1,3 bares. Al ganar superficie de contacto el coche reparte mejor el peso, como las patas de un camello que son más anchas, para que el SUV consiga traccionar mucho mejor. También desconectamos los controles de estabilidad porque siempre hay ruedas que van patinando y en las dunas no sólo hace falta tracción, sino también toda la potencia disponible, condiciones a las que se adaptan perfectamente los motores de Seat por su rendimiento, respuesta y elevado par. A diferencia de otras superficies, aquí hay que evitar en todo momento que el coche se hunda en la arena y que ésta sea un freno al avance, progresando siempre con bastante aceleración.

El piloto Jordi Gené, y embajador de Seat, nos aconsejaba elevar un poco la altura de la banqueta, siempre guardando una seguridad para no darnos con la cabeza en el techo, para tener un margen en caso de vuelco, porque es muy importante ver qué es lo que viene después de las dunas. “Una de las dificultades en la conducción en dunas, apunta Gené, es que te tienes que anticipar mucho, mirar muy lejos y tienes que aprender a leer el terreno con el que te vas a enfrentar. Si te sientes un poco más alto, esta pequeña altura que ganas con la banqueta te hace ver mejor lo que viene. Si es una zona de roderas o de duna muy blanda nos anticiparemos mejor, y podremos por tanto reaccionar mejor".

Seat Tarraco 4Drive. Pruebas extremas por Marruecos

Seat Tarraco 4Drive enfrentándose a las dunas del desierto

Llega el momento de que el Seat Tarraco se enfrente a las dunas más pronunciadas y con la arena más suelta. Modo manual y marchas cortas para tener una reacción inmediata, por si necesitamos acelerar para ganar velocidad y compensar lo que nos frenará la arena. Lo ideal será moverse entre primera o segunda en este caso y mantener el ritmo más constante posible. “Si en una duna cuando estás subiendo la pendiente o en una zona muy llana tocas el freno, nos explica el piloto Gené, el coche se para de golpe y se hunde, y para reacelerar tienes que dar gas. Todos estos frenazos y aceleraciones lo que hacen es hundir las ruedas y en el momento en el que toca la barriga del coche es cuando nos quedamos enganchados. Siempre es importante tener esta inercia puesta en el coche. Cuando coronas la duna o viene una bajada, ahí sí que soltamos el gas para bajar la velocidad lo suficiente para llegar abajo y no clavar el morro porque vamos con poca presión en las ruedas. Hay que entrar más despacio, y una vez que el morro del coche ha pasado este punto ya volvemos a acelerar para volver a levantar el coche. Cuanto más rápido vas en las dunas, más alto llevas el coche, más flotas por encima y menos te hundes, pero si te pasas de velocidad comienzas a tener los problemas de impactos con el suelo. Encontrar este equilibrio de velocidad en la que no vas ni demasiado despacio ni demasiado deprisa te lo va dando la experiencia.

Con el Seat Tarraco todo ha sido fácil. Tras un intenso día de pruebas, volvemos al campamento con buen sabor de boca. Y es que su sistema 4Drive no solo permite mejorar su comportamiento dinámico en asfalto, también seguir adelante en condiciones complicadas.

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