El nuevo turbodiésel del grupo General Motors, el 1.9 TID, se extiende como una mancha de aceite por toda la compañía. Ahora le toca el turno a Saab, que lo incorpora como mecánica de gasóleo de su 9-3 Sport Sedán. La combinación es de lo más satisfactoria.
El nuevo motor 1.9 TID, que se ofrece en dos versiones, una de 120 CV y otra de 150, viene a modernizar por completo su oferta Diesel y, además, en un momento muy bueno para este tipo de motores, que ya son los más vendidos del segmento “premium". Tanto es así que en Saab esperan que, en adelante, esta mecánica cope el 40 por ciento de las ventas de la gama del 9-3.
El culpable de tanta excitación es un motor bastante novedoso que General Motors ha hecho aparecer a través de Opel, pero que tiene su origen en Fiat Powertrain, donde nacieron motores como los conocidos Multijet de Fiat. En este caso, el TDI ya habíamos tenido ocasión de probarlo sobre monturas de la firma alemana, como el Vectra o el Signum.Se trata de un propulsor de cuatro cilindros que emplea un sistema de inyección por common rail de segunda generación y monta un turbo con intercooler y geometría variable. La unión de todos estos elementos, a los que hay que añadir un acelerador electrónico calibrado para “imitar la respuesta de un motor de gasolina", da como resultado una máquina muy interesante que General Motors ofrece en dos versiones. Por un lado, está el 1.9 TID de 8 válvulas, que alcanza los 120 CV y entrega un par de 28 mkg. Por otro, el mismo bloque, pero con culata de 16 válvulas, más orientado a las prestaciones y capaz de liberar 150 CV de potencia con un par máximo de 32 mkg. Esta potencia es un 10 por ciento superior a la que entregaba el 2.2 TID al que releva este nuevo 1.9 TID. Pero no sólo eso, sino que el par también es un 12,5 por ciento más alto y, por si fuera poco, el consumo resulta notablemente más bajo, con una media de 5,8 litros a los 100 km para el 120 CV y de 5,9 litros para el 150 CV (7,2 con la caja automática)En Saab hacen mucho hincapié en el carácter “verde" de este motor y no dudan en señalar que es más limpio que la mayoría de los de gasolina. Esta faceta ecológica se apoya en dos puntos fundamentales de la arquitectura del motor: el common rail y el filtro de partículas.El common rail, de segunda generación y una presión de inyectado de 1.600 bares, ha sido desarrollado por Bosch y es capaz de controlar al milímetro la inyección. Para hacerlo, la informática de gestión que utiliza mide constantemente la velocidad del coche, la posición del acelerador y la temperatura del líquido refrigerante. En función de estos parámetros, el common rail actúa de una forma o de otra, realizando varias inyecciones por ciclo, hasta cinco, para reducir ruidos, vibraciones y, además, moderar el consumo y el nivel de emisiones contaminantes.
Por su parte, el filtro de partículas es un elemento muy sofisticado que se encarga de “atrapar" las partículas contaminantes que producen los motores Diesel. En este caso, los ingenieros de Saab y General Motors han desarrollado un sencillo mecanismo de regeneración del filtro. Cuando la informática decide que está sucio, ordena lo que llaman una “súperinyección", una quema de combustible mayor de lo normal que eleva la temperatura del motor a 600º C. Con este “calentón", las partículas se queman solas y el filtro vuelve a estar limpio.
Al final, Saab explica que este motor cumple holgadamente con los requisitos de la norma Euro IV
El motor de 150 CV, que se puede combinar con una caja manual de seis relaciones o una automática también de seis marchas, estará a la venta en España en agosto, aunque sólo en la variante manual. La automatizada, al igual que la motorización de 120 CV, no llegará hasta octubre. De momento, no hay precios.Para manejar el motor, en la firma sueca ofrecen de serie un cambio manual de seis relaciones que también es muy común en todo el grupo. Pero, además, con el motor de 150 CV se ofrece como opción una sofisticada caja automática de seis relaciones que se puede manejar como secuencial. Esta transmisión es una primicia en el segmento y nos ha sorprendido por la suavidad de su funcionamiento. Las marchas se escalonan perfectamente, sucediéndose sin que los saltos entre ellas se acusen y sin ningún retraso.
Además del uso automático, la caja tiene un carril para emplearla con mando secuencial y, además, lleva levas en el volante para hacer todavía más sencillo y seguro su manejo. Durante la toma de contacto en Alemania tuvimos ocasión de probar el motor de 150 CV con las dos variantes de caja de cambios. Tal y como esperábamos, el 1.9 TID no hizo sino confirmar la buena opinión que ya teníamos de él, si acaso mejorando algunos aspectos.
Sobre el siempre convincente chasis del 9-3 Sport Sedán, el propulsor se desenvuelve de forma impecable. Otra vez hemos podido constatar su empuje constante, su carácter noble y la forma progresiva en que entrega la potencia.
No es un motor agresivo, ni de esos que sorprenden por su gran “patada", pero desarrolla un trabajo magnífico en el medio régimen gracias a que tiene el 90 por ciento de su par máximo entre las 1.750 y las 3.250 vueltas, con lo que se disfruta de un rango de utilización amplio y lleno de poder.
En carretera, el 9-3 se ha mostrado potente, ágil y rápido, con aceleraciones bastante brillantes y siempre sobrado de fuerza para salir de cualquier apuro. El buen comportamiento dinámico del 9-3 no nos resulta para nada nuevo: hace ya tiempo que alabamos su rodar seguro y aplomado, así como su estabilidad y su agilidad en el terreno virado. Las suspensiones traseras independientes multibrazo siguen demostrando su eficacia por difícil que sea la carretera.
Así, el poder del 1.9 viene, por tanto, a poner un plus de fuerza en su capacidad para moverse a ritmos vivos y en su rapidísimo paso por curva. También viene a dar más comodidad a los viajes por carreteras cómodas: con su amplio margen de uso, es fácil que nos olvidemos de cambiar cuando vamos por autopistas.
El motor es claramente más vivaz con la caja manual, que obtiene aceleraciones más fugaces. Sin embargo, esta automática, con su extremada suavidad y la comodidad de su manejo, pone muy difícil la elección.
En ambos casos hemos apreciado que el nivel de ruido que el motor transmite al habitáculo es bastante reducido. Desde luego, nos ha parecido menor que, por ejemplo, el que trasmite en un Signum, aunque estas percepciones habrá que confirmarlas sonómetro en mano.
General Motors ha querido que esta presentación del Saab 9-3 Sport Sedán 1.9 TID se realizase simultáneamente a las del Opel Tigra TwinTop y el Daewoo Nubira Station Wagon. Según la compañía, además de ahorrar tiempo y esfuerzo a la prensa especializada, quiere mostrar cómo es ahora su recién reorganizada estructura europea.
Como se recodará, hace unas semanas GM recolocó toda su red en el Viejo Continente, dando más presencia al tronco común que es General Motors y agrupando en torno a él al resto de marcas: Saab, Opel, Daewoo… La idea es aprovechar mejor las sinergias de grupo y, de paso, aligerar la pesada estructura burocrática del grupo y, por ende, ahorrar dinero.