Exteriormente ya se aprecia un cambio significativo en esta nueva generación. De las peculiares líneas con aspecto de coupé de la anterior generación se ha pasado a una silueta moderna y ciertamente atractiva desde cualquier ángulo de vista. El frontal, con sus estilizados faros y parrilla, su lateral de líneas suaves y fluidas y una zaga en perfecta armonía con el resto de la carrocería, dan como resultado una berlina de corte moderno con personalidad propia. En el interior tampoco queda nada de la anterior generación o, para ser más exactos, casi nada, ya que la ubicación de la llave sigue estando en el mismo lugar aunque, eso sí, ahora es electrónica y no hay que dejar insertada la marcha atrás para poder sacarla de su alojamiento, como sucedía en la generación anterior. El resto ha cambiado y, al igual que sucede con el exterior, lo ha hecho para adoptar una imagen mucho más moderna y atractiva. Los mandos están agrupados de forma más racional -aunque no entendemos muy bien porqué el de las luces gira al contrario de lo habitual, es decir, hacia la izquierda-, y se cuenta con un display para el ordenador de viaje situado en la misma línea de los ojos del conductor lo que facilita su lectura. El freno de mano se ha camuflado perfectamente entre los asientos delanteros, aunque hay que acostumbrarse a su nuevo diseño para no pillarse los dedos al quitarlo y, al menos en nuestra unidad de pruebas, existen algunos defectos en el acabado y terminación de algunos elementos y materiales plásticos que no deberían estar presentes en un modelo de esta categoría y precio. Las nuevas dimensiones exteriores de la carrocería autorizan una mayor anchura en el interior del nuevo 9-3 que gana 8 cm en las plazas delanteras y 7 en las traseras, aunque en estas últimas pierde 3 cm de espacio para las piernas, con lo que esta cota se sitúa entre las más pequeñas del segmento y reduce en cierta medida la nota de habitabilidad. El maletero, aunque pierde 55 litros con respecto a la versión precedente, sigue estando entre los mejores de la categoría con sus 495 litros de capacidad y mantiene unas dimensiones muy regulares y la posibilidad de abatir el respaldo de los asientos, con lo que se amplían bastante las posibilidades de utilización de éste.
Saab 9-3 2.0T Vector
De la anterior generación apenas queda la denominación y la implantación del turbo en todas sus mecánicas. El resto es completamente nuevo, incluyendo la presencia del motor de 2 litros turbo con 175 CV de potencia.
